Un giro de 180 grados ha experimentado en estas tres décadas la relación con el Perú, marcada entonces por el problema territorial, que hoy está resuelto.
Cuando Jaime Roldós desapareció, el conflicto limítrofe binacional estaba en uno de sus puntos más complicados.
Tan solo cuatro meses antes de su fallecimiento -22 de enero de 1981- en la Cordillera del Cóndor había estallado el choque armado en Paquisha.
En ese marco, los frentes externo y militar del gobierno de Roldós estaban enfocados en atender la difícil relación con el Gobierno de Lima.
“ El caso de Paquisha era reciente y cualquier incidente en la línea de frontera repercutía en las relaciones con el Perú”. Esas son las palabras del embajador Luis Valencia, quien por encargo de Osvaldo Hurtado asumió la dirección de la Cancillería.
Por entonces, la demarcación limítrofe entre ambos países estaba pendiente, pues resultaba inejecutable el Protocolo de Río de Janeiro, al que el Ecuador lo tachaba como “nulo”.
Sin embargo, en los siguientes 30 años, la relación con el Perú se recompuso, hasta 1998, cuando se firmó la paz en Brasilia, entre los presidentes Jamil Mahuad y Alberto Fujimori.
A partir de ese hecho, los vínculos diplomáticos con el Perú caminaron por los andariveles de la cooperación, integración e intercambio comercial. Según el Banco Central, el Perú se convirtió en el tercer socio comercial, con un intercambio de USD 2 370 millones
El discurso de Quito y Lima fue que todos los problemas limítrofes quedaron resueltos con la firma de ese documento.
Sin embargo, en el 2004, una nube de dudas se posó nuevamente, cuando el Perú reclamó a Chile por su demarcación limítrofe. Las alarmas en la diplomacia nacional se encendieron, ya que Lima negaba la validez de los acuerdos tripartitos de 1952 y 1954, que también fijan la frontera con Ecuador.
Sin embargo, la semana pasada, los presidentes Rafael Correa y Alan García despejaron en Quito cualquier duda. En el Palacio de Carondelet refrendaron la Carta Náutica Ecuatoriana, en la que se sellan los temas limítrofes.