Al finalizar el desfile por los 191 años de provincialización de Azuay, el mediodía de este sábado 27 de junio de 2015, el prefecto de Azuay, Paúl Carrasco, en una tarima, pidió al Gobierno que archive definitivamente las propuestas de ley a la herencia y plusvalía.
Durante su intervención también cuestionó los proyectos del Gobierno como las cocinas de inducción, el apoyo a la minería, entre otros Además, se quejó por la falta de incentivo a la agricultura e industria.
Carrasco agregó que es necesario que las autoridades seccionales se sintonicen con el pedido de su ciudadanía y se sumen a los reclamos y que no solo piensen en la entrega de recursos para sus obras por parte del Gobierno.
En la marcha, que duró dos horas y que recorrió desde el Centro Histórico hasta el estadio Alejandro Serrano Aguilar, no estuvo el alcalde de Cuenca, Marcelo Cabrera, quien ganó en alianza con Carrasco las elecciones de febrero del 2014. El Burgomaestre anunció que no participaría y que es necesaria la concertación y el diálogo.
En su discurso, Carrasco también dijo que si bien Azuay está de fiesta por el aniversario de la provincialización, no puede estar de espaldas frente al reclamo nacional. Lo mismo dijo la viceprefecta, Cecilia Alvarado, quien estuvo vestida como Chola Cuencana. Ella pidió que el Presidente de la República escuche el pedido ciudadano y rectifique.
Ellos fueron los únicos que hablaron en el final del desfile que tuvo danzas, carros alegóricos, pero también consignas y cartelones en contra del Gobierno. El Prefecto calculó la participación de unas 50 000 personas, pero el gobernador de Azuay, Leonardo Berrezueta, aseguró que no eran más de 3 000.
Entre los participantes estuvieron delegaciones de los 15 cantones azuayos y sistemas de agua, pero también actores políticos como el presidente de la Ecuarunari, Carlos Pérez, y el exasambleísta de Azuay por Sociedad Patriótica, Fernando Aguirre.
Una masiva concentración de espectadores se dio cita el parque Calderón. Allí, estuvieron los exsocios de la cooperativa Coopera, que cerró sus puertas en el 2013, y que no cobran su dinero. Ellos protestaron contra el Gobierno, al igual que un grupo de ciudadanos que casi a diario han realizado plantones en el parque Calderón. Estos últimos se sumaron al desfile.