En Azuay, Salvador Quishpe compartió el liderazgo, con el prefecto azuayo, Paúl Carrasco. En la actualidad, ellos impulsan la tesis de “no a la minería” y juntos lideraron dos días de caminatas por los cantones azuayos de Oña, Nabón y Cuenca.
Carrasco fue un puntal para conseguir los permisos y que los dirigentes nacionales y caminantes recorrieran el centro de Cuenca. En la concentración de la Y de Cumbe, en la mañana de antier, Carrasco dijo que no pudo dormir pensando cómo iban a cruzar la ciudad sin que se registraran enfrentamientos con los simpatizantes de Alianza País. Para evitar eso, él aceptó el trazado de la ruta impuesto por el Municipio, que no incluyó la calle Bolívar, donde está la Gobernación.
Carrasco, quien fue reelegido de la mano de A. País, ha sido criticado por el presidente Rafael Correa y las autoridades provinciales porque en un inicio apoyaba la minería. Se separó del Gobierno, según él, porque el proyecto político tomó otro rumbo.
Para Carrasco, no hay estudios técnicos y ambientales que confirmen que la minería a gran escala en los páramos no afectará a fuentes de agua. También dice que no se respeta el Mandato Minero que establece la extinción de concesiones en fuentes de agua.
Ayer, en su despedida a los caminantes, dijo que desde el sur, donde está la mayor cantidad de concesiones mineras, se radicalizará la lucha por el agua. Carrasco dejó ayer la caminata, pero dejó entrever que el 22 irá a Quito.