Ecuador, que en agosto pasado nombró embajador a un indígena por primera vez en su historia, designó a un segundo aborigen como su representante en El Salvador, anunció hoy el gobierno ecuatoriano.
Segundo Andrango, un dirigente de 60 años, fue delegado por el canciller Ricardo Patiño, quien el pasado 5 de agosto nombró embajador en Bolivia al también indígena Ricardo Ulcuango.
Andrango es miembro de la Confederación de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), que apoya al gobierno del presidente socialista Rafael Correa, quien a su vez enfrenta la oposición del mayor grupo aborigen, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
Con unos 19.000 integrantes de 45 comunidades, la Fenocin es una de las principales asociaciones indígenas del país.
“Hemos estado desde el primer día, en las buenas y en las malas, con esta propuesta”, dijo el nuevo embajador, citado en un boletín de la Cancillería.
“Este gobierno está pasando a la acción, son los cambios que el presidente está haciendo para dar más equidad y acceso a participación de los pueblos indígenas”, añadió.
El gobierno ha defendido el nombramiento de aborígenes en el servicio diplomático, ante críticas de la Conaie de que su intención es dividir a las etnias.
“No se trata de dividir al movimiento indígena sino de unir, incluir, expresar hacia el exterior esas interculturalidades, esa plurinacionalidad que es Ecuador”, dijo recientemente Patiño.
Correa sostiene una pugna con la actual dirigencia de la Conaie, una antigua aliada que en marzo lo denunció penalmente por genocidio aduciendo que ha alentado la explotación petrolera en territorios indígenas.
La Conaie también anunció que prepara una marcha hacia Quito para exigir que sus miembros sean consultados sobre la ejecución de proyectos mineros.
Ecuador -donde los nativos dicen representar la tercera parte de la población de 14,3 millones- ya tuvo una canciller indígena, la abogada Nina Pacari, durante el gobierno de Lucio Gutiérrez (2003-2005).