El sábado 30 de julio del 2011, Ricardo Patiño lo recibió en su despacho, en el quinto piso del Palacio de Najas, centro norte de Quito. El entonces opositor, Fernando Vélez, quien llegó a la Asamblea por Sociedad Patriótica, se sintió en confianza con uno de los hombres más influyentes del Gobierno. El Canciller tiene comunicación directa con el presidente Rafael Correa. Y no ha sido removido pese a los ‘Patiescándalos’. El más reciente: la ‘narcovalija’.
Patiño, quien días antes lo había telefoneado para invitarlo a reunirse con él, parecía el anfitrión de una casa. Y actuó como un ministro de la política interna más que uno a cargo de los asuntos internacionales. Lo convidó a sentarse en uno de los sofás de la sala contigua a su escritorio, donde resalta un libro, de bolsillo, con pensamientos del Che Guevara.
El carisma, su gancho
Vélez recuerda que en el 2005, Patiño, como asesor, y Correa, entonces ministro de Economía, visitaron Santo Domingo de los Tsáchilas. Ofrecieron una conferencia en la Cámara de Comercio y en la noche cenaron en el Hotel Tropical Inn. En esa época, Vélez era abogado en libre ejercicio. Así conoció al actual Jefe de la diplomacia, de los cuadros más influyentes del partido de Gobierno, donde ha rotado en funciones clave de reporte directo al presidente Correa, de quien se dice es uno de sus hombres de confianza.
Había camaradería entre el asambleísta y él. El 14 de mayo asistieron a la celebración del Bicentenario de Independencia de Paraguay. Así que, ese sábado 30 de julio, antes de confirmar que al siguiente día, Vélez votaría a favor de la reelección de Fernando Cordero a la Presidencia del Legislativo, el Canciller se sacó los zapatos. Y acomodó los pies en una mullida alfombra.
En esa cita, Patiño, que se había despojado de cualquier gesto diplomático, aseguró el voto 63, el decisivo, en un año en que el bloque había perdido a María Paula Romo, Betty Amores, César Gracia y César Rodríguez. Era una forma de evitar la muerte cruzada y permitir la gobernabilidad, le dijo. Para la oposición, ese sábado se concretó un ‘camisetazo’, común en los tiempos de la tan mentada partidocracia, como la llama el oficialismo. Ambos involucrados lo niegan. Dicen que llegaron a un acuerdo transparente.
A cambio Vélez, quien ahora se proclama amigo de Patiño, consiguió la presidencia de la Mesa de Desarrollo Económico y su esposa, Eunice Arce, la vicealcaldía de Santo Domingo.
Cinco meses después, el 9 de diciembre, Vélez defendió ante la prensa a otro de sus amigos: Galo Lara, su ex coideario en el PSP. Y votó en contra de que perdiera su inmunidad, como solicitaba la ex ministra Ximena Ponce.
Su amistad con Patiño le lleva a ensalzar su carisma y habilidad para abordar a la gente y ganarse la lealtad de la gente.
Otra cualidad, que le rinde frutos políticos, es ser accesible pese a su agenda. Diego Puente, de Ciclópolis, no hizo cita para pedirle que se uniera a su cruzada de ir ‘al trabajo en bici’. Lo contactó en la posesión de los terceros secretarios del servicio exterior.
Patiño se muestra como un hombre descomplicado y ‘trabajólico’, quien duerme poco, cuatro horas. Evita esconderse. Siempre responde los mensajes y llamadas a su Blackberry. Para Cordero, su secreto es no delegar e interactuar directamente.
El jueves 26 de abril, a las 07:25 atravesó en bicicleta un tramo del parque La Carolina. Llegó con una chompa y pantalones de casimir azules, como lo haría cualquier candidato en plena campaña. Colocó la cicla de marca Tacuri -fabricante nacional- que estrenaba, con las llantas hacia arriba.
“Sin gafas, si no no se ven mis ojos azules (son cafés)”, bromeó e hizo que los participantes alineados detrás de los velocípedos, para la foto, sonrieran naturalmente. Enlazó el tema con el discurso del buen vivir, que según señaló, no es un eslogan, es también cambiar la forma de moverse…
Su poder en las instituciones
Aunque su responsabilidad directa está en la Cancillería, influye en otras funciones. En la Asamblea, más de 15 de 50 legisladores oficialistas se identifican como ‘patiñistas’ y continuamente le piden consejo y reciben directamente sus lineamientos. Otros pertenecen a grupos locales y unos cuantos obedecen a los hermanos Alvarado (Vinicio, secretario de la Administración, y Fernando, secretario nacional de Comunicación, con quienes -según se dice- disputa el poder.
Marllely Vásconez recuerda que hace seis años él llegó a El Carmen. La buscó, pues ella, abogada en libre ejercicio y catedrática de la U. Eloy Alfaro de Manabí -le habían dicho- era una de las dos voces respetadas del cantón. Llegó a su casa y le habló del proyecto. Confía en él desde ese día.
Su historia se repite… Pero ese no es el único origen de las conexiones de Patiño en el Legislativo.
María Augusta Calle es esposa de Juan Meriguet, su asesor en la Cancillería; Gina Godoy fue abogada del Centro de Acción y Promoción de la Mujer, que dirigió su esposa Myriam Alcívar… Mercedes Diminich conoce al Canciller y a su mujer desde hace 42 años. Integró el Directorio de la Cooperativa De Todas, que fundaron con amigos, en el 2002.
Entre ellas Marcela Miranda, titular del Consejo de Participación Ciudadana, a cargo de los concursos de autoridades de control. Otra ex asesora es la consejera Tatiana Ordeñana. Y el vicepresidente Fernando Cedeño. En el Consejo Nacional Electoral está Paúl Salazar (vicepresidente). Lo acompañó en las carteras del Litoral, de la Política y Cancillería.
En el gabinete cuenta con su amiga, la ministra de Patrimonio, María Fernanda Espinosa. Su esposo, el nicaragüense Eduardo Mangas, lo asesora. Él trabajó con Miguel D’Escoto, ex titular de la Asamblea de la ONU.
Su hermano Raúl Patiño es secretario nacional de Inteligencia desde noviembre. Él no habla con la prensa. El 3 de abril asistió a una sesión reservada en la Mesa de Seguridad. Dalo Bucaram (PRE), como otros, dice saber que los Patiño “pinchan teléfonos”, pero no da pruebas. En voz baja y “en off”, oficialistas solo critican su sectarismo al ubicar a su gente en las instituciones del Estado.
Manuela Gallegos, ex secretaria de Pueblos, alejada del movimiento, lo ve como el sobreviviente de la izquierda. Dice que disputa poder con Doris Soliz, su reemplazo en el 2010 en el Ministerio de la Política. Y según la opositora Nívea Vélez está en pugna con Ramiro González, director del IESS y líder del movimiento Avanza, sumado a la coalición oficialista.
Posible candidatura
En los últimos meses, en la Asamblea trascendió que Patiño encabezaría las listas para legisladores nacionales y que presidiría esta función en el 2013.
Ante esa insinuación, el Jefe de la Diplomacia no oculta su disgusto y hasta sorpresa porque es un cargo “desgastante”. Ellos, reflexiona, tienen que polemizar con sus adversarios políticos y luego compartir con ellos en las comisiones y pedirles su voto. Él se define como un ejecutor.
Aunque sin duda ha acumulado capital político, niega que pretenda ser el sucesor de Rafael Correa. Dice que lo acompañará en el próximo período, pero que en el futuro espera que gente joven los reemplace para descansar. Si pudiera elegir iría a un programa de economía popular y solidaria.
Dicen sus allegados que la única vez que lo han visto enojado fue en Radio Democracia, hace un mes, cuando acusó de mentiroso al director Gonzalo Rosero, al escuchar que el audio de una entrevista a María Augusta Calle no coincidió con la pregunta que le había hecho minutos antes.
También tiene un discurso radical antimedios de comunicación. Acusó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de extralimitarse al emitir medidas cautelares en el caso El Universo, ante el Consejo Permanente de la OEA, en marzo.
El Canciller -según varios de sus colaboradores- mantiene una entrañable amistad con Correa, a quien empezó a tratar al invitarlo a debates en Jubileo 2000, movimiento opuesto al pago de la deuda externa. Sin embargo, tres cercanos a los participantes del buró político dicen que la relación Correa- Patiño está poco ‘aceitada’ y ya no fluye como antes.
Hace menos de un mes, el Ejecutivo creó una comisión de alto nivel para revisar perfiles de candidatos para las elecciones 2013. Patiño no la integra, al pedir espacio, Correa le habría respondido que no controlará eso, pero que tendrá, como todos, derecho a proponer nombres. Y que además todo se resolvería en grupo.
En Alianza País aún hay incertidumbre de cara a las elecciones generales de febrero del próximo año. No habría primarias sino consensos u otro mecanismo democrática de selección de candidatos, adelantó Galo Mora, el secretario ejecutivo de Alianza País, que señaló que por ahora carnetizan y eligen directivas provinciales. En noviembre del 2011, en la Convención Nacional del movimiento, se lo eligió como salida salomónica. Patiño quería ese lugar. En la próxima cita, en agosto se definirán candidaturas.