La Izquierda Democrática (ID) realiza capacitaciones para jóvenes, todas las semanas. Foto: Paúl Rivas Bravo / EL COMERCIO
Para el 2017, el 24% (4,3 millones de personas) de la población corresponderá a jóvenes de entre 16 y 29 años, según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), Eso implica que estarán facultados para votar en las elecciones y representarán, al menos, el 35% del padrón electoral.
A ocho meses de los comicios, los partidos y movimientos empiezan a buscar un nexo con este grupo etario.
La primera Encuesta Nacional sobre Jóvenes y Participación Política en Ecuador, realizada en el 2011, estableció que los jóvenes sí tienen interés en la política. Se preguntó a 4 249 jóvenes de cinco provincias, de la Amazonía y de poblados rurales de la Sierra y la Costa.
El estudio muestra que el 15,2% de los jóvenes tiene mucho interés en la política, el 29,2% algo de interés, el 41,2% poco interés y el 14,2% nada.
Estos porcentajes, según Franklin Ramírez, analista político y parte del equipo que desarrolló la Encuesta, no son bajos si se comparan con la población adulta: el 25,3% no tiene interés en la política.
Considera que las juventudes serán influyentes en la campaña electoral, por las estrategias que los movimientos y partidos deberán generar para captar su atención.
Añade que los mensajes deben ser construidos alrededor de cuatro ejes: el desempleo juvenil en recesión económica, educación universitaria, ambientalismo y problemas de género e identidad sexual. Estos temas “son los que han generado mayor interés juvenil e incluso protestas”, dice.
Además, da cuenta de una “nueva generación” que quiere inmiscuirse en la vida política del país. Se trata de los jóvenes que participaron con voto facultativo (16-18 años) en los dos últimos procesos. Para el 2014 hubo 577 130 electores menores habilitados y el 72,20% ejerció su derecho.
En Alianza País -según Jorge Miño, representante del Frente Juventudes– prefieren no tomar en cuenta la cifra. “No los vemos como un mercado, sino como seres humanos”.
Añade que la militancia de los jóvenes se basa en su formación crítica. Es decir, les entregan recursos para que “hagan un contraste de lo que nos dejó el pasado y lo que ha logrado este Gobierno”.
Sobre la estructura que abarca a la militancia joven de País, explica que además de Juventudes hay frentes ciudadanos en universidades, colegios, barrios, colectivos culturales, organizaciones deportivas y de becarios retornados.
Ralph Suástegui, director nacional de Creo Jóvenes, coincide en el concepto del oficialismo. El discurso se centra
en “la formación de nuevos líderes”. Y asegura que no están pensando en las próximas elecciones sino en las próximas generaciones.
En el caso de este movimiento, cuenta con una estructura de jóvenes en las 24 provincias, y en el 95% de los cantones.
Con los militantes jóvenes se ejecutan diversas actividades, como caminatas, foros y charlas. Recientemente se realizó el Centro de Alto Rendimiento Político en Guayaquil. Se trataron temas como el estado derecho, la libertad y la economía.
Sebastián Ibarra, director de Juventudes de la Izquierda Democrática (ID), por otro lado, menciona que buscan una renovación del partido con ideas frescas. Cada semana dictan charlas en sus sedes provinciales. El pasado miércoles, en Quito, los jóvenes aprendieron sobre igualdades.
“Lo que estamos haciendo es socializando la coyuntura política del país de frente a las próximas elecciones”, explica.
Daniel Massache, representante del colectivo Frente Joven Ecuador, no concuerda con el discurso de estos partidos y considera que “buscan votos antes que la formación”. Este grupo tomó relevancia luego de su participación solidaria por el terremoto y asegura que varios partidos se han acercado para que se vinculen.
Sin embargo -asegura- prefieren mantenerse ajenos a los movimientos y formar su propia “postura crítica” de la política. Para septiembre tienen previsto lanzar un programa con debates “históricos del país y la influencia política”.
Para Ramírez, aunque los partidos no han desarrollado todavía sus estrategias, dan pistas de que están acudiendo a un repertorio clásico y tradicional con charlas y foros.
Además -dice- los mensajes deberán mudarse y ser efectivos en los medios masivos de comunicación, como las redes sociales: principal nicho de información de las juventudes.
Otro factor para el especialista son los 10 años de Rafael Correa en el poder. Menciona que las personas de entre 18 y 28 años se han formado con este régimen y poco conocen de otras formas de gobierno.
Suástegui comentó que en las charlas recientes se ha compartido, por ejemplo, que en el 2007 el 45% del desempleo era de los jóvenes de entre 18 y 29 años. Mientras que en la actualidad ese porcentaje ha aumentado a 60%.
Francis Bustamante, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Central, cree que las estrategias no son claras. Expone que el oficialismo incluye en su discurso a los jóvenes, desde el punto de vista de un país mejor. Pero, “es preocupante que no haya figuras jóvenes en los partidos”.