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Pablo Celi impuso álgido careo con sus interpelantes

Pablo Celi dejó la cárcel 4, ayer, 26 de julio del 2021, para enfrentarse con los asambleístas que lo llevaron a juicio político. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Después de que un policía le retiró las esposas, el excontralor, Pablo Celi, tomó un micrófono, abrió una carpeta y desplegó unas hojas con textos y resaltados para defenderse de lo que calificó como un “sainete decadente”.

Celi, quien permanece detenido desde el 13 de abril pasado por supuesta delincuencia organizada, concurrió ayer, 26 de julio del 2021, al Palacio Legislativo custodiado por policías, para defenderse del proceso de juicio político.

El exfuncionario llegó una hora después de que el asambleísta del correísmo Cristóbal Lloret, quien impulsa este proceso, presentara los seis motivos en los que se basa para buscar que sea censurado: usurpación de funciones, informes a favor de Odebrecht, contratación de una empresa de Daniel Salcedo con glosa, interferencia en la Función Electoral y delincuencia organizada.

Antes de un interrogatorio, Celi se tomó las tres horas que tenía para presentar sus descargos. Lloret y otros asambleístas del correísmo se ubicaron en un costado hacia donde el excontralor se dirigía levantando su dedo, como si se tratara de una disertación.

Celi sostuvo que la Asamblea Nacional puede juzgar políticamente incumplimiento en el ejercicio de las funciones, pero que “no tiene competencia para pronunciarse sobre el origen de esa función”.

“Es lamentable que incluso quienes en el pasado se opusieron a estos intereses y sus designios, hoy se presten para entretener al país con el montaje de un espectáculo escandaloso y no un juicio político justo, probo, equilibrado e imparcial”, manifestó.

Solo hubo una interrupción cuando en las pantallas del salón se exhibió un documento. Celi reclamó. Desde la mesa de enfrente, el presidente de la Comisión, Fernando Villavicencio, le ofreció disculpas por la interrupción pero rechazó que el exfuncionario calificara de “show” este proceso. “Me duele la condición en la que usted está, pero así es la vida”, le dijo Villavicencio.

Celi calificó como una “intromisión” que la Asamblea haya incluido en este proceso de control político al caso Las Torres, que no tiene una sentencia en firme, por presunta delincuencia organizada.

Celi habló de denegación de justicia, de una “evidente prisión a jueces y a la Fiscalía” y rechazó que se haya llamado a comparecer al excontralor Carlos Pólit, al exgerente de Petroecuador Carlos Pareja Yanuzzeli, entre otros.

“No tiene derecho a cuestionar haber traído a delincuentes, porque justamente de la voz de los grandes delincuentes han salido las piezas procesales más importantes”, replicó Villavicencio.

Lloret exhibió un video en el que se observaba a Celi no aceptar unos documentos, que, dijo, eran las acciones de personal con las que en mayo de 2017 fue removido del puesto por Pólit. Él dijo que se trataba de un “video vulgarizado” que “lo único que se demuestra es el intento de forjarme un acto ilegal”. “Yo no puedo ver cosas que no existen”, insistió.

Durante su comparecencia, Celi marcó distancias con su sobrino, Raúl de la Torre, quien fue capturado hace tres años en Estados Unidos por supuesto lavado de activos y es parte del proceso judicial que lo involucra. Aseguró que no forma parte de su círculo familiar más cercano.

“Para mi familia -dijo- es motivo de rechazo la conducta delincuencial de este personaje, porque así ha sido sancionada en Estados Unidos, no tengo ninguna relación con las actuaciones de este personaje”.

La comparecencia de Pablo Celi continuaba hasta el cierre de esta nota periodística.

Una vez terminada la fase de comparecencias, la Comisión tiene de plazo cinco días para entregar un informe para resolución del Pleno.

En relación al desvanecimiento de glosas, Celi dijo que no es ilegal, que la ley lo norma y que no se puede crear un fantasma, que es una atribución que tiene la Contraloría y sus autoridades para garantizar la seguridad jurídica de los auditados. Cuando Villavicencio le mostró la glosa de Claro, señaló que hay una ligereza y desconocimiento de los procesos de auditoría por parte de los asambleístas sobre el tema.