Jorge Acosta (c) presentó una denuncia en la Fiscalía por amenazas de muerte. Foto: EL COMERCIO
Representantes de organizaciones sociales expresaron su solidaridad con Jorge Acosta, Coordinador de la Asociación Sindical de Trabajadores Agrícolas Bananeros y Campesinos (Astac), después de recibir una amenaza de muerte el pasado viernes, 23 de febrero del 2018.
Edwin Bedoya, representante de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (Cedocut), pidió esta mañana, 28 de febrero de 2018, al Gobierno que estas amenazas no queden impunes y que se “respete el derecho a la organización”.
Blanca Chancoso, de la Ecuarunari, también expresó su solidaridad con Acosta y dijo que no es la única intimidación a defensores de los derechos, las “compañeras que luchan en la Amazonía igual están siendo amenazadas por defender sus tierras de las petroleras”.
El pasado viernes 23 de febrero, Acosta recibió un mensaje de voz a su teléfono personal: “¿Sabes cómo mueren los sapos?”. Por este motivo presentó una denuncia en la Fiscalía, por el delito de intimidación. Espera que se abra la investigación respectiva.
Sin embargo, Acosta sospecha que los responsables de esta amenaza pueden ser de empresas bananeras, pues Astac se ha caracterizado por denunciar actos de contaminación y explotación de los trabajadores bananeros, dijo.
23 organizaciones de la Unión Europea se solidarizaron con Astac y enviaron una carta, hoy, al presidente Lenín Moreno y al Ministerio del Interior.
Esta no es la primera intimidación que la Asociación recibe. Según el coordinador, han observado personas tomando fotos afuera de sus oficinas en Quevedo e, incluso, una de las asociadas fue “perseguida por una moto”.
Astac nació en el 2009 con una denuncia, en los Estados Unidos, por el uso indiscriminado de plaguicidas en plantaciones bananeras que afecta a la salud y al medio ambiente. Desde entonces, ha denunciado diferentes atentados contra los derechos laborales, humanos y del medio ambiente.
“No puede ser que se enriquezcan solamente las empresas, mientras que los trabajadores siguen precarizados”, explicó Acosta.
El dirigente también aprovechó para exigir el reconocimiento sindical de su asociación. “La OIT (Organización Internacional del Trabajo) ha pedido al gobierno de Ecuador que se registre la organización”, comentó.