Washington toma nota: el presidente del Ecuador, Rafael Correa, ya tiene oposición. Hasta hoy la idea que se tenía es de que pese a lo controversial de su administración el Mandatario no tenía una oposición seria.De hecho todavía en la capital de Estados Unidos no se desestima que Correa sigue siendo popular entre los ecuatorianos. Pero la llegada a Washington de siete asambleístas, de diferentes partidos y agrupados en la oposición, pintó un perfil nefasto de la actual administración de Alianza País.
“Correa es un dictador populista”, ese en esencia fue el mensaje que se dejó ayer en un panel que se realizó en la sede del organismo Diálogo Interamericano.
Con sus matices que cada asambleístas le puso: para unos como Andrés Páez, miembro de la Izquierda Democrática “un populista leninista que nos está conduciendo al despeñadero”. Mientras que para Fernando González (ex miembro de Alianza País y que fuera expulsado de la tendencia) “un modelo que no se sabe si es marxista, cubano o chapista (policial)”.
¿Qué espera la oposición de Washington? “Que nos escuchen. Washington no nos puede resolver los problemas, esos los tenemos que arreglar entre los ecuatorianos, pero sí queremos que la comunidad internacional esté enterada de lo que está pasando en Ecuador”, dijo el asambleísta César Montúfar.
Uno de los temas de preocupación que se expuso en este encuentro fue la Ley de Comunicación en debate, que de aprobarse consumaría una dictadura y terminaría de acallar las voces de la prensa libre.
El mismo temor que la Ley de Comunicación siga el camino que ha tenido la Ley de Educación Superior llevó al grupo de asambleístas a reunirse ayer con representantes de Freedom House. Este es un organismo que desde Washington pone la lupa a la defensa de los derechos humanos en el mundo, los cuales según la oposición, el Gobierno los está pisoteando desde diversos frentes.
Está previsto que hoy los asambleístas se reúnan con la representante de la Relatoría Especial sobre Libertad de Prensa de la Organización de Estados Americanos, Catalina Botero. El mensaje será el mismo: en Ecuador la libertad de prensa sufre un deterioro.
Los asambleístas aseguraron que muchos periodistas no están en sus trabajos por presión del Gobierno, hay una concentración de medios en el Estado y ahora hay una nueva idea de “que los medios comunicación no deben tener fines de lucro”.