La oficina de la Organización de Estados Americanos (OEA) no cerrará sus puertas en el Ecuador, aunque ya no tendrá un delegado permanente en el país.
Esa es la conclusión que deja la información que ha circulado desde la noche del martes sobre cómo se relacionará la OEA con el Gobierno en el territorio ecuatoriano.
Luego de que a la noche, el embajador ante la OEA Marco Albuja, sugiriese que se cerrarían las oficinas en Quito, las autoridades diplomáticas aclararon el tema.
A través de su cuenta de Twitter, el canciller Ricardo Patiño negó categóricamente que la OEA no vaya a tener una oficina en el país. Según dijo, las instalaciones se trasladarán del norte al Centro Histórico de Quito.
Del mismo modo se pronunció ayer Albuja, quien admitió que su ‘trino’ de martes pudo haber generado una confusión.
No obstante, sí anunció que la OEA está en una fase de reorganización que hará que no tenga un representante en el país, como es la tradición.
En ese sentido, explicó que la OEA tendrá un representante permanente para la región andina. Agregó que el actual embajador representante del organismo hemisférico en el país tendrá nuevas funciones.
Se trata del chileno Pedro Vuskovic, quien representa al organismo desde el 2011.
Todavía no hay fechas ni precisiones sobre cuándo empezarán a ejecutarse estos cambios en la OEA. No obstante, el vicecanciller Leonardo Arízaga descartó que este cambio esté relacionado con la postura crítica del presidente Rafael Correa frente a órganos de la entidad, como la CIDH.