Una nueva batalla campal se libró al caer la noche en el cantón azuayo de Santa Isabel. Simpatizantes de los partidos políticos MPD y de PAIS se enfrentaron a piedras y palos en el centro de esa ciudad. Hay ocho heridos, dos de consideración.
Se trata de un viejo enfrentamiento por captar el poder que lleva nueve meses. Todo empezó el pasado 19 de mayo, cuando la concejala Miriam Guartán (MPD) destituyó –con el apoyo de otros ediles alternos- de su cargo al alcalde Rodrigo Quezada (MPD) por no presentarle algunos documentos solicitados.
El caso pasó a la justicia ordinaria donde jueces –con fallos polémicos desconocieron a Quezada como la máxima autoridad. Pero un importante grupo de habitantes se oponen y se mantienen casi en vigilia en el Municipio, para impedir que Guartán asuma el poder que no lo ha ganado en las urnas. Ella gobierna desde un local rentado.
En tres ocasiones, dos de ellas con orden del gobernador de Azuay, Humberto Cordero, la policía intentó desalojar a los seguidores de Quezada para dejar expedito el ingreso de Guartán. Pero la gente afín al Alcalde no lo ha permitido y se han generado enfrentamientos y desmanes contra el inmueble del Municipio.
Para Quezada, detrás está la mano del presidente Rafael Correa que lo veo como aliado del prefecto, Paúl Carrasco, opositores al modelo extractivista minero. Los enfrentamientos empezaron porque una Juez del cantón negó un amparo solicitado por la ciudadanía que solicitó que se deje sin efecto la destitución de Quezada.
Esto exacerbó los ánimos de los seguidores de Quezada y empezaron los enfrentamientos entre las partes, confirmó un ciudadano del centro del cantón, quien lamentó los hechos ocurridos. “Es una vergüenza y una mala imagen para nuestro cantón que está abandonado por estos conflictos políticos”.
Policías del GIR y del GOE intervinieron para poner orden. Pero la situación no está controlada confirmó Jaime Ordóñez, funcionario del Municipio de Santa Isabel. Los dos bandos se mantienen a una distancia prudencia. Ordóñez teme que el problema pase a mayores. Los ocho heridos son personas de los dos bandos, con golpes y contusiones menores. El más grave es Bonerges Quezada, sobrino del alcalde, quien fue internado en el hospital José Félix Valdivieso.