El Sexto Tribunal de Garantías Penales sentenció a ocho años de reclusión mayor ordinaria al teniente de Policía Hernán S., acusado de disparar una bomba lacrimógena con su carabina trufly, en contra de Édison Cosíos, estudiante del Colegio Mejía, el 15 de septiembre del 2011. Además al pago de USD 50 000 por daños y prejuicios.
Así lo informó el abogado acusador, Cristian Molina, para quien la sentencia responde a la magnitud del daño causado a la familia y al muchacho, que en junio cumplió 18 años, en cama, en estado vegetativo. No ha despertado desde hace más de un año. “No se puede reparar la vida del joven Édison, pero es una forma de responder, han tomado en cuenta las pruebas presentadas”, dijo.
Por su lado, el teniente Hernán S. aseguró que él y su abogado estudian la sentencia para apelarla. Tienen tres días, contados desde hoy, para hacerlo. “No estamos conformes con la resolución. Me están juzgando como a un civil y yo formé parte de un operativo policial”, indicó a este Diario.
El 17 de octubre, en la audiencia de juzgamiento por tentativa de asesinato, el padre de Édison, Manuel Cosíos, pidió justicia. Y recordó que el 15 de septiembre del 2011, su hijo y sus compañeros del Mejía salieron, luego de clases, a protestar en contra del bachillerato unificado. Al ver la respuesta policial regresaron al local de su establecimiento. Según varias tomas, realizadas por un fotógrafo español, el policía Hernán S. ingresó al colegio y disparó, de forma directa, sin respetar el protocolo de inclinar el arma.