Martes 28 de febrero, 16:00. Se iniciaba la rueda de prensa del magistrado de la Sala Penal de la nueva Corte Nacional de Justicia, Wilson Merino. La convocatoria era para anunciar el archivo del caso El Universo, luego de que el presidente Rafael Correa optara por el “perdón jurídico”, en la condena de tres años de prisión, a sus directivos y al columnista Emilio Palacio, así como el pago de USD 40 millones por indemnización.
En la sala de audiencias, el magistrado, quien fue el juez ponente en el trámite de casación, respondió varias preguntas de los periodistas… menos una: “¿Qué lo motivó a él y a sus compañeros Jorge Blum y Paúl Íñiguez dar prioridad al caso El Universo, impulsado por el ciudadano-presidente Rafael Correa?
Merino calló varios segundos antes de dejar la sala, junto a sus compañeros, y respondió: “A grandes males, grandes remedios”…
El caso El Universo pasará a la historia del país no solo porque fue el primero que resolvió la nueva Corte Nacional, 21 días después de su posesión. También porque organismos internacionales, ex presidentes e intelectuales de todo el mundo, así como decenas de medios de comunicación han denunciado que este juicio confirma que la presión del poder político sobre la justicia ecuatoriana es una realidad.
No solo el presidente Correa, quien anunció el perdón jurídico una semana después de palpar la durísima crítica mundial, es uno de los perdedores de esta crisis política. El nuevo poder Judicial se lleva un importante pasivo.
El sorteo del caso y la fijación del día y hora de la audiencia de casación para zanjar el juicio contra el rotativo guayaquileño obedeció al compás que marcó Correa.
El miércoles 8 de febrero, dos días antes de la cita fijada por la Corte anterior para que se realizara la audiencia de casación, la presidenta de la única Sala Penal, Ximena Vintimilla, suspendió todas las audiencias agendadas. La razón: “No se había resuelto aún cómo se repartiría la carga procesal de los más de 10 000 juicios represados”. Pero en menos de 24 horas cambió de decisión y convocó a un sorteo público.
Los 1869 juicios de materia penal heredados se dividieron en tres grupos conformados por tres magistrados. Es así que el jueves 9 de febrero, a las 16:20, Merino, Blum e Íñiguez ya sabían que el caso El Universo estaba en sus manos. Recién el 10, los magistrados recibieron el caso y en cuestión de horas fijaron la audiencia del caso para el 15 de febrero. Ese día, Correa dijo desde la Corte Nacional, que a los jueces solo les correspondía revisar 16 hojas de la sentencia. Mientras que su abogado pedía la cita para el 14.
En esas circunstancias, la madrugrada del 16 de febrero, Merino, Blum e Íñiguez negaron la casación del juicio, con lo cual la millonaria condena se convirtió, ese momento, como un triunfo político del Presidente.
Lo que ocurrió después fue una gigantesca crítica local y mundial que el Gobierno no pudo neutralizar. ¿Qué pasó con la Corte?
Para el ex magistrado Carlos Riofrío, que se haya dado prioridad al caso El Universo y ratificado la millonaria condena muestra que la CNJ “nació politizada”.
Vintimilla argumentó, a propósito del rápido sorteo de este caso y otros como el que está pendiente contra el ex presidente Jamil Mahuad, que se trataban de “ juicios de interés público” y que por eso eran prioritarios.
Eduardo Ponchan, desde el 2010, espera que se le fije día y hora para la audiencia de casación en el juicio que sigue por el homicidio a su hermano. La anterior Corte la agendó para este 7 de marzo. Pero luego de que Vintimilla suspendiera todas las audiencias “no sé cuándo pondrán una nueva fecha”.
El jurista Xavier Andrade dice que la CNJ “da más importancia a delitos políticos”. Él lleva dos casos en la CNJ y dijo que “va a esperar un mes más mientras la Corte da fecha a sus casos”.
El asambleísta de Alianza País, Virgilio Hernández, no cree que haya existido “una actitud extraordinaria para priorizar el caso El Universo”. Los jueces “asumieron una labor que heredaron por la actitud política y mal intencionada que sí tuvo la anterior Corte para dejar este caso pendiente”.
Se refiere al día en que la audiencia no se dio, en la anterior Corte, por la enfermedad del entonces conjuez Enrique Pacheco. Para Hernández es “fundamental que la justicia pueda actuar con celeridad y eficacia”.
Andrés Páez (ID) y quien presentó cuatro pedidos al Consejo de la Judicatura para “transparentar la elección” de la nueva Corte, cree que este caso se convirtió en su estigma. “En estos magistrados (Merino, Blum e Íñiguez) no se puede confiar, porque no mostraron una independencia”.
Esta preocupación llegó a la veeduría internacional que sigue el proceso de reforma judicial. Un escenario es que el coordinador español Baltasar Garzón analice el impacto de la demoledora crítica mundial por el fallo. Sus reacciones se conocerán en una rueda de prensa, como la que dio Merino el martes donde habló de grandes males y grandes remedios.
La cronología
Enero 26
El Consejo de la Judicatura, con influencia del oficialismo, posesionó a los nuevos integrantes de la Corte Nacional de Justicia (foto), tras finalizar el concurso.
Febrero 9
La jueza Paulina Vintimilla sorteó el caso El Universo a pesar de que la víspera dijo que no sabía cuándo se iba a realizar esa diligencia.
Febrero 10
El P residente llegó a la Corte. Los jueces Merino, Blum e Íñiguez acababan de conocer el caso. Sin embargo, fijaron la audiencia según los tiempos que quería Correa.
Febrero 16
Tres jueces de la Sala Penal rechazan el trámite de casación, pedido por El Universo y se ratifica la millonaria condena. La crítica internacional rechaza la presión política en la Justicia. Correa opta por el “perdón”.