La Cancillería confirmó ayer que se ha iniciado el proceso de designación de las nuevas embajadoras ecuatorianas ante EE.UU. y España. Se trata de la actual ministra coordinadora de la Producción, Nathalie Cely, y de la asambleísta Aminta Buenaño.
El presidente Rafael Correa hizo públicos los dos nombres en su enlace sabatino y, acto seguido, la Cancillería decidió poner al tanto de la opinión pública un trámite que, según el lenguaje diplomático, debe mantenerse en reserva hasta que el país receptor dé su beneplácito al nombramiento sugerido por el Gobierno.
Es así que el ex vicecanciller Marcelo Fernández de Córdova considera que ha sido indelicado e inoportuno que la Cancillería y el Gobierno revelen los nombres de posibles embajadores cuyo trámite de beneplácito apenas si ha empezado.
“Este pedido debe realizarse en la más absoluta reserva para que, en caso de que el país receptor no esté conforme con el nombre propuesto, las relaciones entre los dos países no queden afectadas”. Según los procedimientos diplomáticos, el país receptor concede el beneplácito a un posible embajador en un tiempo prudencial: dos meses para los países de Europa, un par de semanas en América Latina y un mes para EE.UU..
Si pasado este tiempo el país no se pronuncia, se entiende que el nombre propuesto no ha sido del agrado por lo que se deberá buscar a un nuevo personaje.
En ese sentido, Fernández de Córdova considera como una “presión pública” que el Gobierno difunda el nombre de Cely como futura embajadora en EE.UU.. “Las relaciones entre los dos países están en una escala muy baja. ¿Qué pasa si Washington por cualquier motivo no acepta ese nombre?”. Para evitar cualquier roce, el Embajador de carrera apela a la prudencia en este tipo de procedimientos diplomáticos.
Pero sus recomendaciones no inquietan a quienes dirigen actualmente el Palacio de Najas. El vicecanciller Kintto Lucas dijo que ayer en la tarde se había iniciado el pedido de beneplácito para Cely. “No veo razones por las cuales no se acepte su nombre”. Además dijo que en otros países sí se suele revelar el nombre de posibles embajadores, sobre todo cuando estos, como en el caso de Cely, tienen un perfil público.
La Ministra aún en funciones volvió a agradecer al presidente Correa por haber planteado su nombre como Embajadora ante EE.UU.. “He aceptado este nuevo reto; lo haré con compromiso y profundo patriotismo”.El canciller Ricardo Patiño, según lo recoge la agencia de prensa DPA, dijo que espera que las relaciones entre Ecuador y EE.UU. deterioradas en abril por un cable de Wikileaks, recobren su dinamismo en diciembre de este año.