¿Quién negociará la ley de comunicación?

A cuatro días de que se retome el debate de la Ley de Medios, la atención de la Asamblea se centra en los poderes que tendría el delegado del Ejecutivo que participaría de estos diálogos. El objetivo sería procurar la aprobación de un proyecto de consenso que no sea transformado de forma sustancial en el veto presidencial .

El miércoles, los seis asambleístas del oficialismo, miembros de la Comisión de Comunicación, y Guillermo Navarro, delegado del Presidente de la Asamblea, se reunieron para analizar el proyecto de ley y de quién podía ser el representante de Correa en las conversaciones. Dos nombres surgieron en esas conversaciones: el jurista Xavier Flores y el periodista Polo Barriga.

El primero ha participado en los informes de los proyecto de esta ley. También participó en la redacción final del texto constitucional. Barriga, en cambio, trabajó años atrás en la televisión privada. Hoy es cercano al Gobierno.

No obstante, el secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, aseguró a este Diario que no conocía del tema. “Ni por enterado, ni el Presidente (lo acabo de confirmar), ni yo...”, señaló. Según el Ejecutivo, todavía no se ha pensado en ningún delegado.

Más allá de los nombres, Alianza País ha dicho que es preferible definir las facultades que tendrá ese representante. Unos dicen que el delegado no puede tener una camisa de fuerza para aceptar los criterios de la oposición ni garantizar los términos del veto presidencial.

Este tema es el que más polémico para la oposición. Los legisladores ven indispensable que el Gobierno envíe a una persona con la capacidad de tomar decisiones en nombre del Presidente. Esto permitiría que el consenso sea unitario y sortee el veto.

El camino parece complicado porque Correa sostuvo que él tiene la última palabra en la redacción de la ley con el veto. “Les guste o no les guste yo soy colegislador y en todo sistema presidencialista, el legislador más importante es el Presidente de la República”, señaló el Mandatario.

Para el asambleísta, Jimmy Pinoargote (ex ADE) está clara la potestad constitucional del Mandatario, pero cree que el objetivo de que haya un delegado suyo en la Comisión es lograr acuerdos.

Por ello afirmó que el nombre de la persona no es tan importante como su capacidad de mediar ante el Gobierno. “Un delegado del Presidente debe venir con todos los poderes para asumir compromisos. De nada nos serviría que venga el delegado a los debates y esté de acuerdo en todo y luego el Presidente la vete”.

Cynthia Viteri (Madera de Guerrero) dijo que la persona que llegue debe tener el apoyo total del presidente Correa. “El nombre debe salir del Presidente, porque si sale desde los asambleístas seguro lo desconocerá como hizo con el acuerdo ético-político que firmó Fernando Cordero”.

Para el asambleísta Fausto Cobo (PSP) sí es importante el cargo. “Debe ser una persona de influencia, porque se debe dar las señales adecuadas sobre lo que se va a tratar. Debe tener poder decisión y no un soldadito, que todo el tiempo use el teléfono para preguntar si accede o no a acuerdos”.

Juan Carlos Solines, asesor de Fundamedios, dice que la persona que asista al debate debe ser alguien que conozca del tema comunicacional, como los hermanos Vinicio y Fernando Alvarado.

Cobo manifestó que esta apertura será decisiva en el futuro de la norma. Es necesario que haya una voluntad de ceder de ambas partes. “Si viene alguien con el criterio de la mordaza a los medios se va a lograr muy poco y al contrario se va a crear más resistencia”.

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