El virus de la influenza AH1N1 toma fuerza en Quito, al dejar como saldo ocho personas muertas durante el pasado diciembre.
Ese número de víctimas fue confirmado ayer por autoridades del Ministerio de Salud, que sospechan que otras dos personas también fallecieron por el virus.
“Lo que tenemos hasta este momento es un total de 10 personas fallecidas durante el mes de diciembre en Quito. Tres de estas personas han fallecido en el Hospital Eugenio Espejo, tres en el Enrique Garcés, dos en el Pablo Arturo Suárez y dos en el Hospital Carlos Andrade Marín”, señaló Juan Martín Moreira, director de Epidemiología del Ministerio.
No obstante, precisó: “De los casos que han fallecido en el Andrade Marín, no tenemos el diagnóstico final para ver si fue por el virus AH1N1 o si fue por el H3N2, porque murieron antes de que se les pueda tomar la muestra para enviar al laboratorio”.
De ahí que, hasta el momento, solo se han confirmado ocho muertes por causa de ese virus.
El resurgimiento de la enfermedad también ha dejado dos pacientes en estado crítico en la capital. En el Andrade Marín está internado Marcelo Buenaño, de 56 años. Su familia lo llevó el domingo a ese centro de salud, después de que fuera examinado por varios médicos de una clínica privada, sin tener ninguna mejoría.
El paciente llegó con oxígeno y sin poder respirar por su propios medios. Ingresó directamente a cuidados intensivos. El doctor Fausto Guerrero dio el diagnóstico: contagio del virus AH1N1. Le indujeron el coma y está conectado a un respirador. Los médicos no saben cuánto tiempo tendrá que estar en cuidados intensivos. Tratan de estabilizarlo y sigue un tratamiento con Tamiflu. Su esposa, Nelly, también está internada en el Andrade Marín. Aunque su estado es estable, se encuentra en una sala de aislamiento. El segundo caso crítico está en el Eugenio Espejo. Es un hombre de 57 años que está en terapia intensiva, inconsciente, sedado y entubado.
Durante diciembre, el Instituto Nacional de Higiene Leopoldo Izquieta Pérez, de Guayaquil, confirmó 20 casos positivos.
Aunque la influenza AH1N1 también volvió a escena en Imbabura, está bajo control en la provincia. Al menos así lo señaló ayer Yu Ling Reascos, directora provincial de Salud. Aseguró que de los tres casos confirmados con el virus, ninguno falleció gracias a la atención médica oportuna.