Monseñor Oscar Arnulfo Romero camino a la beatificación

Cientos de devotos del mártir salvadoreño Óscar Arnulfo Romero iniciaron una procesión el viernes 22 de mayo de 2015. Foto: Oscar Rivera/ EFE.

Cientos de devotos del mártir salvadoreño Óscar Arnulfo Romero iniciaron una procesión el viernes 22 de mayo de 2015. Foto: Oscar Rivera/ EFE.

Cientos de devotos del mártir salvadoreño Óscar Arnulfo Romero iniciaron una procesión el viernes 22 de mayo de 2015. Foto: Oscar Rivera/ EFE.

A 35 años de la muerte de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, sacerdote católico salvadoreño, se celebra, el 23 de mayo del 2105 la ceremonia de beatificación, la cual se llevará a cabo en San Salvador, donde estarán presentes varias autoridades de América Latina y representantes religiosos nacionales e internacionales.

El Cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos, es el representante directo del Vaticano para presidir el acto. Según Hugo Martínez, canciller salvadoreño, indicó que los líderes mundiales que serán parte de la ceremonia son el Presidente Rafael Correa, Juan Carlos Varela, presidente de Panamá, además de los vicepresidentes, Ana Helena Chacón, de Costa Rica y Migue Díaz Canel, de Cuba.

Romero nació en San Miguel, departamento de El Salvador, fue declarado en 1943 párroco y secretario del Obispo monseñor Miguel Machado. En 1968 realizó su trabajo como secretario de la Conferencia Episcopal de El Salvador, hasta que alcanzó el puesto de Arzobispo en 1977, siendo nombrado para el cargo por el papa Pablo VI.

En 1977, el asesinato de su amigo Rutilio Grande, sacerdote promotor de comunidades cristianas, marcó la vida de Romero, y se convirtió en defensor de los derechos humanos. Para Romero, la celebración de las homilías dominicales era el momento perfecto para denunciar los actos violentos y de injusticia política.

“El defensor de los pobres”, “San Romero de América” son algunas de las maneras para referirse a Romero, pues se convirtió en un símbolo de unión durante la guerra en El Salvador, en 1980. El sacerdote fue asesinado el 24 de marzo del mismo año por un francotirador del ejército mientras daba una misa en la capilla del hospital 'La divina providencia'.

En 1990 se iniciaron oficialmente las gestiones para canonizar a Monseñor Romero, pero el Vaticano validó la propuesta en 1997. Ya en 2013, el papa Francisco reanudó el proceso y aprobó el decreto dos años después, el 3 de febrero del 2015, aceptando el 'martirio' de Romero, por lo que su beatificación no se debe a un milagro sino al haber sido asesinado por “odio a la fe”.

Monseñor Fausto Trávez, arzobispo de Quito, explica que Monseñor Romero vivió en una época represiva. "Donde no se podía reclamar, el obispo defendía a los pobres que es lo que manda Dios, pero su enfrentamiento ante las fuerzas armadas, que presidian el país, fue lo que le llevó a la muerte.

“Yo les pido por amor a Dios que cesen la represión” fueron las exigencias de Romero y que fueron citadas por Trávez, para demostrar el servicio a la comunidad de este obispo.

Rubén Blades, compositor salvadoreño, escribió la canción 'El padre Antonio y su monaguillo Andrés' en homenaje a Monseñor Romero.

“El padre condena la violencia.
Sabe por experiencia que no es la solución.
Les habla de amor y de justicia,
de Dios va la noticia vibrando en su sermón”

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