Tanto legisladores de Alianza País como los de la oposición creen que los “camisetazos” deberían ser sancionados de alguna forma.
Una lista de razones para multar y retirar la curul han esgrimido ambos sectores. Y el movimiento Madera de Guerrero hasta ensayó con un proyecto de ley al respecto, que el presidente Fernando Cordero ya criticó. Lo considera una copia del que regía en época de la “partidocracia”.
En torno al código de ética de los asambleístas han hablado los políticos desde el 10 de agosto. Ese día, en su Informe a la Nación, el presidente Rafael Correa instó a su bloque a “depurar el Legislativo”. Y minutos después, Cordero reaccionó diciendo que no había forma de dar paso a la depuración; que eso estaba en manos de la ciudadanía, en las próximas elecciones de febrero del 2013.
Sin embargo, consultado por este Diario, esta semana Cordero apuntó que “la ética es consustancial a la política. Siempre hay algo que hacer, por qué esperar a que el pueblo nos depure”.
Recordó que cuando José Cordero (DP) presidió el Congreso (2000-2002) controlaba a los diputados “como a niños de escuela. Había 19 personas a cargo de ver a los indisciplinados que entraban y salían. Ahora con la huella digital se sabe eso. Quien llega 10 minutos tarde tiene una multa y cada 10 minutos hay otra”.
Este Diario conversó con tres representantes ciudadanos: una dirigente universitaria, uno de los taxistas y un rector de colegio.
Los tres coinciden en que no se necesita un código ético sino un compromiso de cumplir con la responsabilidad encomendada por los electores.
Universidad católica. Gabriela Gallardo Presidenta Feuce
No votar por ellos otra vez, la clave
En diciembre del 2011 fue elegida presidenta de la Federación de Estudiantes.
“Estudié derecho y la verdad, un código de ética, una ley o un reglamento no son la solución. Represento a unos 10 mil jóvenes y no es necesario que exista una norma para que otros dirigentes y yo lleguemos a tiempo a las reuniones o para que cumplamos con lo que nos comprometimos”.
“Claro que nuestros maestros son sancionados si llegan tarde o no vienen a clases. Pero ese no es el punto. Asisten porque no pueden quedar mal con sus alumnos, que los esperan cada día.
“Ese debiera ser el compromiso de los asambleístas. Nadie se siente muy bien representado por ellos o por los concejales. Llegan tarde a sesiones, salen cuando quieren, hablan por celular todo el tiempo, dejan sus partidos…
“ Pero la idea del código ética no debe surgir del Presidente de la República. La Asamblea debería informarnos mejor sobre el trabajo de cada uno. Y la mejor sanción será no votar por ellos otra vez”, dice Gallardo, de 23 años.
Colegio Benalcázar. Oswaldo Caviedes Rector
Deberían cumplir con los electores
Con 41 de 58 años en el magisterio municipal, su sueldo no llega a USD 2 000. Pero es un funcionario público, como asambleístas y ministros, que ganan unos USD 6 mil -anota-.
“Los asambleístas no tienen ese compromiso moral de cumplir con sus actividades. Se creen dueños de hacer lo que les viene en gana. Si los maestros tuviéramos esa actitud, imagínese…
“Por cinco minutos que nos atrasamos por situaciones de tráfico nos hacen descuentos. Pero allá en la Asamblea van o no. Sin embargo, creo que no necesitan un código de ética en realidad.
“La Ley Orgánica de Educación incrementó en un 60% nuestra jornada de trabajo, por el mismo sueldo. De 22 a 25 horas a la semana pasamos a laborar 40 horas. Solo quienes ingresan ganan más gracias a la norma. Pero seguimos cumpliendo con responsabilidad. Considero que los asambleístas electos no deberían estar exigidos por códigos de ética sino por un compromiso personal y ante los electores. Y la Contraloría debería vigilarlos”.
Unión de taxis Pichincha. Luis Mejía Presidente
¿Cómo normar el desempeño?
Por 34 de 57 años ha manejado un taxi. Dirige la Unión de Cooperativas de Taxis de Pichincha, con 7 643 socios, que tiene un reglamento interno.
“Una muestra de irresponsabilidad es que nos comprometamos a llegar en determinado tiempo a una carrera y no cumplamos. Por eso según la gravedad del caso, podemos ser suspendidos.
“En principio hay llamados de atención, multas y al final incluso se expulsa al compañero.
“Yo trabajo en la Cooperativa de Taxis Las Casas. Y en la unidad se escuchan comentarios favorables y en contra de los asambleístas y gobernantes, como siempre.
“No es correcto que no lleguen a tiempo a las sesiones. Pero no está bien que actúen de acuerdo a sus intereses personales. Pero, ¿cómo se puede normar eso? Son principios que tienen que ver con la moral y la ética. Son cosas que se relacionan con la forma de actuar de la persona y con su desempeño profesional. Ser asambleísta implica tener una responsabilidad, no ir a calentar el puesto. Pero, ¿cómo detectar eso?”.