Entrevista con María Paula Romo quien encabeza terna para la vicepresidencia. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
María Paula Romo tiene 41 años y encabeza la terna para la vicepresidencia. Es Ministra de Gobierno desde el 3 de septiembre del 2018. En el 2004 fundó el movimiento Ruptura de los 25. En el 2007 fue asambleísta constituyente y también legisladora en el periodo 2009-2013. Formó parte del buró político de Alianza País.
Con nueva vicepresidenta o vicepresidente y el Gabinete remozado, ¿alcanzan 10 meses para hacer cambios efectivos?
Alcanzan. Diez meses es casi la cuarta parte de un periodo presidencial. Hay mucho por hacer; van a ser 10 meses desafiantes para el camino que el presidente Moreno marcó el 24 de mayo, porque el Ecuador que vivimos va a estar muy marcado por las crisis derivadas de la pandemia. Este último periodo va a estar en el camino de cuatro grandes objetivos: salud, alimentación, empleo y dolarización.
Desde los diferentes ministerios van a apuntalar esos objetivos. 10 meses son importantes, no podemos entrar en una lógica de salida, es un momento de consolidación. Sería grave dejar las cosas a la mitad: la disciplina fiscal, la renegociación de la deuda, las transformaciones institucionales las conquistas democráticas, las reformas legales.
Con la campaña a cuestas ya no van a tener aliados. Usted espera el nombramiento de vicepresidenta, pero parece que no tiene los votos en la Asamblea…
Sí, definitivamente este último periodo va a estar marcado por la campaña electoral, en la que el Gobierno no participa. Quienes tienen candidatos en una campaña son los partidos. El Gobierno tiene grandes desafíos, no está en la lid electoral, seguramente muchos ataques se dirigirán en campaña, nosotros seguimos adelante.
Todas las vías se van a cerrar…
La relación con la Asamblea no ha sido sencilla, no lo fue antes ni lo va a ser en el año que tenemos por delante, pero el presidente Moreno escogió el camino difícil antes del cisma del movimiento Alianza País, cuando tomó todas las distancias y decidió enfrentar la corrupción, en ese momento renunció a la comodidad de una mayoría en la Asamblea y de tener un control de los poderes del Estado, que era el modelo de Gobierno del correísmo. La situación no va a cambiar mucho. El Gobierno no tiene mayoría en la Asamblea.
¿Cómo darán oxígeno a la economía del país tras la renegociación de la deuda? ¿Evitarán que ese beneficio vaya al gasto corriente?
La gran tarea va a ser la economía, sobre todo vinculada al empleo. No la economía vinculada al aparato estatal, sino a la reactivación del sector productivo, que ha sido muy golpeado por la pandemia. Lo más importante de la renegociación es que es un ejemplo de cómo el Gobierno mira su tarea. No es posible llegar a una renegociación sin responsabilidad fiscal, una política exterior vinculada a nuestros socios estratégicos más importantes, ni reformas legales. La renegociación de la deuda no fue un chispazo de suerte, no fue solo el éxito de un equipo especializado, fue el resultado de todo lo que Gobierno ha decidido. Bien podría el Gobierno asumir deuda, o renegociar para sobrevivir y salir con comodidad incrementando el gasto. Esto beneficia al país por 12 años.
El Presidente tiene que delegar las funciones de la Vicepresidencia. Si no hay los votos, usted sería la vicepresidenta. ¿Cuáles serían esas funciones?
Tienen que transcurrir los días, o tiene que darse un pronunciamiento de la Asamblea para confirmar quién será vicepresidente, pero cuando eso suceda, el presidente Moreno será el único que tome esa decisión. Es así como lo hemos conversado permanentemente en los gabinetes, que todos vamos a seguir trabajando en el camino trazado por el Presidente: alimentación, salud, empleo y dolarización. En esa lógica estará cualquiera de mis encargos.
Enrique Ayala Mora dice que nunca ha habido cuatro vicepresidentes en un periodo. ¿Cómo encaja usted en esa coyuntura?
Nunca hemos tenido cuatro vicepresidentes. Nunca hemos tenido un vicepresidente electo y que termina privado de libertad por un caso de corrupción. Nunca hemos tenido a dos exgerentes de Petroecuador privados de libertad. Nunca hemos tenido, creo yo, a un expresidente sentenciado por peculado. Nunca hemos tenido un expresidente investigado por secuestro internacional con fines políticos. Nunca el mundo ha visto que el precio del petróleo esté por debajo de cero en su cotización. Hay muchas cosas que para el país resultan inéditas, y no hay más que buscar salidas institucionales. El periodo que nos ha tocado vivir es incomparable; es realmente, si uno lo relata, ‘impensable’. Pero es lo que nos ha tocado vivir y lo que el Gobierno ha hecho es enfrentar el desafío. Vamos a superar esta crisis en democracia, enfocándonos en atender a la población más necesitada, pensando en el futuro.
¿Cómo cree que será recordado este Gobierno?
La distancia da perspectiva de las cosas, y creo que hay que esperar. Todavía tenemos un cuarto del periodo presidencial. Estamos escribiendo la historia: es el Gobierno de la democracia, de la institucionalidad, de la libertad de expresión, al que le tocó enfrentar el covid-19, que ha permitido el destape de unas terribles mafias de corrupción, que ha tomado decisiones estructurales. Es el Gobierno que evitó que Ecuador sea Venezuela.