El maquillaje del respeto...
El panorama desolador de los grupos de oposición es otra consecuencia de estos siete años de correísmo.
No solo por el estigma que les dejó la derrota electoral del 2013, sino por la persecución que el oficialismo ejerce contra los más "revoltosos".
No se guardan ni las formas. Vísperas de fin de año, la joven Presidenta de la Asamblea apuró el visto bueno para que la Fiscalía allanara la oficina de Cléver Jiménez, por una denuncia del Gobierno, sobre espionaje de correos. Dos semanas después, la Corte Nacional confirmó la condena en su contra por un juicio dentro del 30-S.
En ambos casos una interrogante quedó abierta: ¿por qué a Jiménez no le sirvió su inmunidad parlamentaria? La respuesta está en la forma en la que la Alianza País mira a los opositores: enemigos a los que hay que neutralizar.
De otro modo cómo entender que Rosana Alvarado pida una nueva suspensión contra Dalo Bucaram por supuestas ofensas, cuando los epítetos más floridos han venido del Presidente. ¿Acaso no hay que predicar con el ejemplo? Que la idea del orden y el respeto por la autoridad no maquille una realidad más preocupante: la aniquilación de las minorías...