Las libertades, en el debate del Yasuní

Ayer en Quito. José M. Hermida (PNUD), las parlamentarias Ute Koczy y Sabine Stuber; el embajador Peter Linder, Alberto Velasteguí (Yasuní ) y el parlamentario Volkmar Klein.

La situación interna por la que atraviesa el Ecuador es uno de los temas que más preocupa al Parlamento alemán, antes de confirmar su aporte económico a la Iniciativa Yasuní-ITT. Esta propuesta busca dejar bajo tierra 846 millones de barriles de petróleo, que están en esta rica reserva biológica, a cambio de la cooperación económica internacional.
Tres días después de que los representantes de las bancadas demócrata cristiana, socialdemócrata, verde y de izquierda, visitaran el país para evaluar la viabilidad de la propuesta ecuatoriana, aseguraron que su apoyo no depende únicamente de destinar recursos económicos. La situación de la prensa en el Ecuador, así como de otras libertades, es un tema que inquieta a Alemania.
Ayer, durante la rueda de prensa que ofrecieron a los medios, los cuatro legisladores expresaron sus preocupaciones. El socialdemócrata Lothar Binding señaló: “En Alemania nos dicen por qué no ahorramos el dinero, (...) o por qué vamos a ayudar a un país donde está cuestionada la libertad de prensa o que tiene relaciones con regímenes autoritarios, como (Muamar) Gadafi (Libia)”. En ese sentido, Binding agregó que “todavía no está dada la última discusión entre el parlamento y el Gobierno (de su país); nos estamos preparando para esa discusión”.
Ute Koczy (Partido Verde) dijo que el apoyo al Yasuní“ va más allá que el hecho de asignar un dinero a un fondo”. “Espero que Ecuador pueda vivir libremente, libre de petróleo, con un buen gobierno, una prensa libre, con la gran esperanza y expectativa de que su población y los indígenas puedan vivir dentro de la naturaleza”.
Volkmar Klein (demócrata cristiano) declaró: “Tenemos informaciones sobre Ecuador, en el sentido de que hay problemas con la libertad de prensa, de que hay una dislocación de las competencias de la Justicia y del poder legislativo y esto socava la capacidad de ejecutar las cosas tal como se promete”. Klein aseguró que “venimos acá a ventilar las dudas que nos ha transmitido la sociedad alemana: apoyamos la idea, apoyamos el proyecto como tal, pero requeríamos información adicional sobre los medios y los procedimientos. Los objetivos los compartimos”.
En la rueda de prensa no pasó por alto la reciente condena, ratificada en segunda instancia, a diario El Universo y la posibilidad de que ese fallo, de confirmarse, desaliente la cooperación alemana. En respuesta, Koczy reconoció que no conocían el caso, pero que se han informado al respecto. “Lo vemos de manera crítica pero esperamos que haya una resolución positiva y buena. Y si la hay, no vemos por qué no seguir apoyando la iniciativa”, concluyó.
El Gobierno ecuatoriano ha sido cauto al comentar sobre estas declaraciones. Por ejemplo, el vicecanciller Kintto Lucas descartó que el apoyo alemán a la Iniciativa dependa de la situación de la prensa o del caso El Universo. El funcionario reconoció que este fue un tema que se analizó durante las conversaciones, aunque con un carácter informativo mas no político.
Por su lado, autoridades de la Iniciativa Yasuní-ITT corroboraron la posición de Lucas, explicando más bien que las dudas de la delegación alemana se orientaron a la forma en la que se deberán entregar los fondos, así como los plazos estipulados por Ecuador. El Estado alemán aún no define el monto de sus posibles aportaciones, al tiempo que Ecuador, en sus últimas gestiones, anunció un posible apoyo internacional de USD 54,8 millones.