Durante semanas, desde los medios oficiales y cercanos al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, se anunciaba con bombos y platillos lo que debía de ocurrir el martes 24 de agosto.
‘Papel Prensa, la Verdad’ iba a esclarecer que la compra de la mayor productora de papel para periódicos del país (no el único) de parte de los diarios La Nación y Clarín estuvo vinculada con el terrorismo de Estado, que gobernó el país entre 1976 y 1983.
Los canales públicos y los grupos mediáticos afines al kirchnerismo, y hasta el mismo canciller Héctor Timerman (hijo de Jacobo, uno de los periodistas emblemáticos del país) no dudaban en afirmar que esa venta estuvo bañada de tortura y sangre.Durante su largo discurso, la Presidenta no mencionó la palabra tortura. Habló más bien de “libertad ambulatoria” para explicar el contexto en que Lidia de Papaleo, viuda de Daniel Graiver, “fue obligada a firmar la cesión de acciones” de la empresa.
Pero algo no lucía del todo bien . En la primera fila de invitados a la presentación, junto al ex presidente Néstor Kirchner, estuvo Osvaldo Papaleo, hermano de Lidia, de origen anarquista y convertido al peronismo. Él fue el secretario de Medios del gobierno de Isabelita viuda de Perón, pero el verdadero poder lo ejercía José López Rega, fundador de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina). Otro invitado fue Rafael Ianover, testaferro de los Graiver.Algo hubo en el camino, seguramente, para que de todo lo esperado solo se llegara a llevar ese informe ante la justicia y no a la intervención de Papel Prensa. Seguramente se dieron cuenta de que a su relato le faltaba una versión: la del hermano de Daniel Graiver, Isidoro.
En una carta -del 23 de julio del 2010- a María Sol, la hija de Lidia y Daniel, Isidoro cuenta que se hizo cargo de Papel Prensa y de las dificultades económicas que sufría la familia, que tenía una deuda de USD 67 millones.
Además, la familia vivía una presión de parte del grupo guerrillero Montoneros, del que Daniel había sido financista, por una cifra de USD 17 millones.
Isidoro desmintió la versión de su cuñada, de que había sido amenazada, versión recogida por el Gobierno, en el informe elaborado por el hombre controversial de la política argentina, Guillermo Moreno (acusado de manipular los índices de inflación).
“Me han causado sorpresa los dichos que se han hecho públicos de tu madre y Osvaldo Papaleo, ya que no se ajustan a la realidad de las afirmaciones que hacen, y tergiversan las fechas y los acontecimientos sucedidos”, dice Isidoro.
Más adelante dice que “cuando la familia e integrantes del Grupo fuimos secuestrados y detenidos, entre marzo y abril de 1977, la operación de Papel Prensa ya estaba concluida. Nunca conocí y no comprendo los dichos de tu madre, que se han hecho públicos, cuando dice que tuvo reuniones por la venta de Papel Prensa en el secuestro”.
La carta fue notaria-da como también lo fue otro documento, el de María Sol Graiver Papaleo, quien dijo que “no tengo nada que reclamar por la negociación”.
“El informe llamado La Verdad se ha hecho ignorando el testimonio a una de las víctimas. ¿Cómo no registra el informa de La Verdad a un testigo clave? Están usando la memoria histórica para resolver problemas del presente”, dice el periodista Ernesto Tenenbaum.
El Gobierno se sintió incómodo con la carta de Isidoro Graiver. El canciller, Héctor Timerman, sostuvo ayer que “como en toda familia, la Graiver tuvo desavenencias y problemas; lamento que el Clarín haya usado la figura del hermano para desprestigiar el informe. David e Isidoro se habían separado, no eran socios y eso es una situación comprobable”.