Tras asistir a la oficialización del regreso de la ID, su presidenta Wilma Andrade fue a Imbabura a una asamblea. Foto:Cortesía ID
Los siguientes días serán vitales para la Izquierda Democrática (ID). Su presidenta Wilma Andrade reconoce que el trabajo se enfocará en hacer consultas a su militancia y dirigentes provinciales.
Con ellos se decidirá, entre otros temas, qué camino tomarán para las elecciones generales del siguiente año: una candidatura para la Presidencia en solitario o con una alianza, que incluya a otras fuerzas políticas.
Andrade informó que ha visitado, hasta el momento, cuatro provincias y las siguientes serán Manabí, Cotopaxi y Guayas. Está previsto que las consultas se hagan hasta la tercera semana de septiembre.
Luego se anunciará si la Izquierda Democrática será o no parte del Acuerdo Nacional por el Cambio y cómo se definirán candidaturas, en las que se consideran varios nombres.
Paco Moncayo, María Paula Romo y Jefferson Pérez son algunos de los que suenan como posibles presidenciales en las filas del partido naranja. Pérez dijo que por ahora prefiere no hablar de temas políticos.
Moncayo es el coordinador general del Acuerdo y su nombre se ha mencionado como posible presidencial desde marzo pasado, cuando empezó a gestarse esta alianza de movimientos sociales y políticos del centro-izquierda.
El grupo ha modificado sus calendarios, en espera de la oficialización de la ID y en respeto por sus procesos internos.
Dirigentes de otras tiendas, como el movimiento Vive, de Antonio Ricaurte, también han mocionado el nombre de Moncayo. Sin embargo, él ha evitado tener una posición sobre el tema y prefiere continuar a cargo de la coordinación del Acuerdo.
Ni Andrade ni dirigentes históricos de la ID, como el expresidente Rodrigo Borja y Andrés Vallejo quieren dar nombres. Pero sí sugieren cómo deberían tomarse resoluciones.
Los resultados de sondeos o grupos focales son herramientas para definir posturas, según Andrade. Y Borja dice que las decisiones de candidaturas y línea política están en manos de los jóvenes.
Para Vallejo, es indispensable que antes de definirse, se consoliden las directivas con gente joven, pero recordó que hay que “aplastar el acelerador a fondo”, porque la inscripción de candidatos debe hacerse entre octubre y noviembre.
Ellos deben respetar la decisión de la mayoría y, aunque la definición de nombres es prematura, según Vallejo, el partido debería tratar de construir frentes muy amplios, pero coherentes.
Al respecto, el analista político, Sebastián Mantilla, apunta que en el escenario actual, las fuerzas políticas deben formar coaliciones. Esto porque si deciden ir solas y no tienen una estructura, recursos, militancia, cobertura sólidas no podrán tener mayor peso. Sobre todo para enfrentar al oficialismo que tiene la mayor intención de votos, según las últimas encuestas privadas.
En la ID se observa ahora líderes jóvenes, pero no figuras fuertes, agrega. “Los nuevos rostros deberán hacer un esfuerzo muy grande para poder llegar a convencer al electorado”. Andrade acepta que, por el tiempo que tomó recuperar la personería jurídica de la ID no se logró posicionar a los jóvenes líderes. Pero afirma que han pasado por año y medio de formación política y están comprometidos y preparados.
La experiencia y el conocimiento de la función pública son características que para Mantilla son fundamentales en el país ahora y ese es parte del capital que tiene Moncayo. Él fue asambleísta y alcalde de Quito. “En términos electorales se diría que uno de los mejores candidatos que podría tener el Acuerdo sería Moncayo. (…) Es más lógico que Pérez o Romo vayan a la Asamblea Nacional, liderando las listas”.
Por lo pronto, en la ID se analizan todas las posibilidades, pero dicen que siempre cuando se respete la línea ideológica. “Somos un partido de centro-izquierda y a partir de eso creemos que hay una necesidad para que ese espacio político que no ha sido utilizado por otras organizaciones, lo ocupe la ID”, dijo Andrade.
Romo coincide con la dirigente de la Izquierda Democrática. El partido naranja puede ocupar ese espacio y abrir una convocatoria plural y diversa a distintos sectores de la tendencia. “Puede ser vital para completar un panorama electoral para el próximo año”.
La exasambleísta constituyente acepta que ha tratado temas políticos y electorales, con distintos sectores.
Ella participó en la primera reunión del Acuerdo Nacional con el Cambio y tiene una imagen fuerte entre los colectivos y movimientos sociales. “Hay que construir un esfuerzo de unidad y luego discutir los nombres para los diferentes espacios y hay que hacerlo juntos, con mucha prudencia, con mucho respeto para el papel de cada partido”.