La anterior Corte Constitucional (CC) en nueve años hizo 10 fallos para sentar jurisprudencia. La actual deja 30 en tres años…
La Corte anterior nos dejó una pesada de herencia, que alcanzaba 14 000 procesos. En salas de admisiones hemos logrado 12 899 autos para resolver la mayoría de estos pedidos que van haciéndose a la Corte. Esto se debe también a que solo había una sala o tribunal, de tres jueces, que iban resolviendo. Pensamos que no debía ser así; si hay tanto caso rezagado, debían existir tres salas o tribunales que constantemente vayan recibiendo las peticiones para entonces decidir si se admite o no. El Pleno, en autos de revocatoria, sean de aclaración, ampliación, desistimiento o archivo, ha resuelto 2 874 casos, lo cual también es una cifra bastante considerable, si se toma en cuenta lo que pasó en la Corte anterior. Eso lo hemos conseguido también reformando las normas.
De todas formas, quedan muchos casos rezagados. ¿Cómo mejorar aquello?
Toda persona tiene el derecho a un juicio expedito. Habría que hacer algunos cambios a normas, pero sobre todo creo que se debe fortalecer la cuestión tecnológica, esto le que permite al usuario llegar directamente. Debe haber más salas para que no todos los casos vayan al Pleno, porque si todos los casos se concentran allí, se hace un cuello de botella. En los años del Tribunal de Garantías Constitucionales había salas que tenían autonomía para despachar cuando había tres votos, y cuando solo había dos votos, los casos iban al Pleno.
¿Cómo ha sido conciliar en fallos tan complejos como el aborto por violación, el matrimonio igualitario o los derechos laborales?
Todos tenemos una forma de ver la vida. Pero en esta Corte a todos nos une la Constitución ecuatoriana, el derecho constitucional comparado y lo que dicen las leyes. Hasta cierto límite podemos discrepar, podemos traer otras ideas, pero más allá no. Personalmente me creo inclinado a la religión, pero debemos concentrarnos exclusivamente en materia jurídica. Eso permite que las sentencias, gusten o no, hayan estado dentro de los parámetros jurídicos, no nos hemos alejado, mucho menos por lo político. A veces hay inclinaciones más de espíritu social, puede ser que unos los tengan más que otros; pero no a cuestiones políticas, eso está vedado para un juez.
En el fallo sobre el matrimonio Igualitario usted estuvo entre los que no estaban de acuerdo, pero luego defendió la sentencia…
Si no estoy de acuerdo con algo, no importa, estoy representando a la Corte y entonces tengo que hablar por la mayoría, por lo que ha dicho la Corte. Es cuestión de experiencia, un poquito de madurez también, para hacernos eco de las decisiones que toma una entidad… entidad que quiere ser sólida. Y luego, es por mantener la institucionalidad. En esto del matrimonio igualitario, no me opuse nunca a que dos personas del mismo sexo puedan unirse. Yo estuve opuesto a que la Constitución decía claramente varón y mujer, entonces, allí sí, digo la Constitución es clara, pero bueno… no faltan los colegas que dicen sí podemos interpretar y así sucedió. Con base en diversos criterios se llegó a la conclusión que era posible aceptar el matrimonio igualitario.
El presidente Lasso dice que vetará la Ley de aborto por violación, porque la Asamblea no habría acatado lo que dispuso la CC. ¿Qué le parece?
La ley contemplaba solamente para la mujer incapacitada abortara en casos de violación: Nuestro fallo señaló que no sea solo la mujer incapacidad, sino que sean todas las mujeres que sufren violación puedan, si lo desean, acudir al aborto. El público comprenderá que no pudimos entrar ya en más detalles, por ejemplo, en cuánto tiempo debe darse el aborto. Eso ya quedó para la Asamblea. He oído que el Presidente de la República ha dicho que no quiere que se separen de los límites que dio la Corte Constitucional. Está bien, en eso está bien el Presidente. Está bien, yo creo que estamos dentro de una sociedad democrática donde todos están discutiendo, exponiendo los mejores criterios.
La Corte aprobó un reglamento para que si un magistrado se retira se cuente para la renovación, pero la Constitución dice que los nueve jueces deben ir a un sorteo final para renovarla. ¿Por qué no evitar esa polémica?
Creo que ahí fue una distorsión tal vez que se dio a ese reglamento. La distorsión es que supongamos que yo me quiero retirar este momento entonces, pero en ese momento ya no van a eliminar a tres sino solo a dos magistrados, y si se retirarían dos entonces solamente entraría uno al sorteo. Esa es la idea… creo que eso más complicó, quizás fue un error. Sí dije, no pongamos eso, porque si ya dijimos que vamos a ir al final hasta el sorteo, pues así ha de ser. Cuando llegue el día del sorteo para la renovación, cuidaremos que haya mucha claridad, que todo sea nítido para ver quiénes salimos o quedamos.