Los hermanos Vinicio y Fernando Alvarado, secretarios de la Administración y Comunicación, respec-tivamente, vivieron su propia peripecia el día de las violentas protestas policiales en Quito. El campus de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), ubicado en las avenidas Occidental y Mariana de Jesús, se convirtió en su refugio. Allí despistaron a los manifestantes y pudieron sobreponerse al efecto de los gases y los golpes que recibieron. Los hermanos Alvarado fueron parte de la comitiva que acompañó al presidente Rafael Correa, la mañana del jueves 30 de septiembre, al Regimiento Quito, para aplacar la revuelta. Eran las 10:00. La delegación oficial llegó hasta la entrada principal del cuartel Correa, sus secretarios personales, ministros y su guardia policial se movilizaba en 10 vehículos. Correa ingresó al cuartel, pero no todos sus acompañantes pudieron entrar. Los policías los recibieron con bombas lacrimógenas y tuvieron que dispersarse. Correa, el ministro del Interior Gustavo Jalkh, su asesor Francisco Latorre y parte de su seguridad personal entraron al Regimiento. Vinicio y Fernando Alvarado, que se quedaron fuera, fueron agredidos. “Nos refugiamos en una papelería de la UTE”, señaló el Secretario de Comunicación. Según el relato de Rubén Chávez, jefe de Seguridad de la UTE, todo fue muy confuso. “Los policías seguía a un Nissan café (tipo 4×4) donde se transportaban los señores Alvarado”.Cuando el auto iba a ser rodeado por los manifestantes, que eran unos 200, se bajaron del auto y corrieron hacia la puerta principal de ingreso de la UTE.Chávez abrió la puerta para socorrerlos. Estaban con máscaras antigás. De inmediato los refugió en el Centro de Servicios. Es decir, en la papelería a la que Fernando Alvarado se refiere cuando hace su relato. Gonzalo Muñoz, secretario general de la UTE, comentó que en ese momento había un acto institucional en esa sede. Vimos llegar a Vinicio Alvarado y otros funcionarios del Gobierno. “Les brindamos primeros auxilios porque estaban asfixiados y eran evidentes las agresiones en sus rostros”.Los policías que siguieron a los Alvarado ingresaron a la fuerza a la universidad. “Me hicieron escuchar el rastrillo de las armas de forma desafiante y violaron la autonomía universitaria”, comenta Chávez, jefe de Seguridad. Los Alvarado y otros funcionarios estaban escondidos en la papelería. En ese momento, un auto negro salió a gran velocidad del centro universitario. Chávez asume que era de uno de los estudiantes. Pero la gran velocidad con la que salió fue la coartada perfecta para despistar a los policías, pues les dijeron que en ese vehículo iban los funcionarios. Fernando Alvarado reconoció que el personal de la UTE “se portó muy bien. Mi hermano no podía ver nada por el efecto del gas pimienta, yo tuve mejor suerte, dado que mis gafas tenían mayor tamaño y protección”.El Secretario de la Administración tenía su rostro muy rojo y presentaba síntomas de alergia. En la UTE le dieron pastillas antialérgicas y le rociaron humo de cigarrillo en los ojos para contrarrestar los efectos del gas. En la UTE permanecieron más de una hora refugiados. Si bien los policías sublevados abandonaron el centro universitario, estaban dispersos por los alrededores desinflando las llantas de los autos de la Presidencia. “Pasamos momentos muy duros, pero poco a poco Vinicio empezó a recuperarse, hasta que salimos camuflados en una furgoneta”, comentó Fernando Alvarado. Una vez que lograron estabilizar al Secretario de la Administración de la asfixia y de los golpes, el personal de la seguridad les llevó ropa limpia para que se cambiaran. La tensión en la UTE terminó cerca del mediodía. Correa ya estaba el Hospital de la Policía.