Su voto ha sido el más cuestionado porque hasta antes del jueves pasado estaba junto a quienes impulsaban el juicio político al fiscal Washington Pesántez. ¿Por qué decidió apoyar el archivo?Con responsabilidad revisé toda la información y las comparecencias. Eso ya fue más un juicio de tipo penal que político. Los otros asambleístas tuvieron la capacidad de decidir según los lineamientos de los movimientos y partidos a los que representan. Yo represento a mi partido y yo también seguí una línea. No voté por el Presidente sino porque el partido tenía una postura.
¿Se convirtió en una defensora del Fiscal con su voto?
No recibimos presiones, nunca he sido una defensora del Fiscal ni de la otra parte. Valoro la capacidad de los asambleístas de País por haber producido este juicio. Por eso, al inicio fue partícipe de que haya una investigación. Pero ahora hay una decisión y hay que darle una salida jurídica a esto.Para asambleístas como Jorge Escala (MPD) usted dio el Pamelazo, según se dijo en un medio de comunicación.
El morbo y mala fe de ciertos medios sí me afecta, detrás de una asambleísta hay una familia. Somos figuras públicas, es verdad, respondemos a un mandato ciudadano. Pero deben medir las consecuencias, no tengo ningún compromiso con el Fiscal, jamás he incidido ni en la Fiscalía ni de mi provincia ni del país.
Según Fernando Cordero, el caso está en la indefinición, sin resolución. ¿No hay que darle una respuesta?
Tenemos que darle una respuesta a la ciudadanía, es responsabilidad de la Asamblea. No dar una respuesta política sino que vaya con las aspiraciones de la ciudadanía. Este vacío legal existe, no lo podemos desconocer, hay una decisión política que asumir como movimiento País.
¿Cuál es la salida?
La oposición tiene la facultad de plantear un cambio en la próxima sesión del Pleno (martes). Nosotros el próximo lunes nos vamos a reunir otra vez como A. País. Hay posturas diversas en el bloque, pero el debate no está cerrado.
Se sabe que en la reunión del martes se acusó de traición a varios asambleístas. No solo a usted, también quienes impulsaron el pedido de juicio político.
Es verdad, existen discrepancias ideológicas. Es un bloque diverso, yo no comparto la posición de llamar traicioneros porque propusieron el juicio. Tampoco creo que en el movimiento haya personas que traicionaron los principios.
¿Traicionó a sus colegas?
Ellos conocen mi trayectoria. Nunca ha sido política, es la primera vez, por eso las consecuencias. Estas decisiones tienen un peso para mí y lo acepto. Detrás de mi voto no existe ningún tinte de defensa del Fiscal, analicé las pruebas, no me cerré, no me abanderé por ninguna parte.
Pero la noche de la votación se la vio muy afligida, ¿le costó tomar la decisión?
Sí me sentía afligida, era la primera vez que el movimiento País hacía un juicio político, estaban de lado mis compañeros, a quienes considero mis amigos.
Su voto trastocó los planes de sus compañeros, que se enteraron en la noche de su cambio de decisión.
No, yo había conversado todo el día con ellos, por eso mis compañeros de País nunca me atacaron. Tuve una postura muy clara.
Pero durante la presentación de los testigos dijo que le preocupaba su seguridad.
Sí, me preocupaba. Mi voto no deja en indefensión a los testigos. Creo que nos faltó escuchar la contrarréplica, no hubo testimonios de todos los casos (…). La Comisión de Fiscalización tuvo los tiempos muy cortos y apretados.
Usted habló de otras motivaciones de quienes impulsaron el juicio, según la agencia de noticias de Gobierno. ¿Qué quiso decir?
No dije eso. Tengo claro que los cuatro acusadores (María Paula Romo, Virgilio Hernández, Rosana Alvarado y Paco Velasco) no tienen motivaciones personales. Pero en lo público se vio que el Fiscal y mis compañeros acusadores se extralimitaron. Se exacerbaron los ánimos, hubo mucha vehemencia al tratar un tema.
¿Se comunicó con usted el presidente Rafael Correa?
No me ha llamado el Presidente de la República, él no es la única persona que hace movimiento País. Con Doris Soliz me reuní un día que vino aquí. Conversamos.
El caso Pesántez dividió a la bancada. Se habla de pedir la renuncia a los ‘disidentes’.
No creo que deberían ser expulsados. Si por pensar distinto nos tuviéramos que ir, no nos quedaría movimiento político. En lo posterior hay que delimitar los mecanismos para fiscalizar. Ojalá exista una salida política y jurídica que responda a las aspiraciones de todo el bloque.
¿Cómo debiera la Asamblea responder a este caso sin resolución?
La próxima semana le daremos una salida a eso (…). Es complicado manejar estos escenarios. Evaluaremos alternativas. Tenemos que levantar la imagen de la Asamblea como institución, los cuatro compañeros hicieron un planteamientos correcto, apegados al derecho que les asiste de fiscalizar.