El Gobierno no solo interrumpe los noticieros de TV; sigue con la radio

El secretario de la Administración Pública, Vinicio Alvarado lo dejó claro cinco meses atrás. “Parte de la a política de este Gobierno es no dejar las cosas sin responder (...) así sea un tema pequeño”.

Esta respuesta surgió, en una entrevista que este Diario publicó el 26 de septiembre del 2010, en donde trataba de explicar su arremetida política en contra de los autores del libro periodístico, el Gran Hermano, que habla de los contratos que el Estado firmó con empresas de Fabricio Correa.

Esta lógica se parece a la expresión más famosa de la Ley del Talión: ‘Ojo por ojo, diente por diente’. La práctica ha sido permanente por cada tema espinoso que se abre alrededor del Régimen.

Desde sus primeros meses en el poder, el presidente Rafael Correa utilizó su enlace sabatino para cuestionar a la prensa. Pero este espacio no bastó y recurrió a las cadenas nacionales agresivas para cuestionar a su detractores.

Pero desde el 2009, el Régimen comenzó a interrumpir noticieros y programas puntuales de opinión, para difundir su verdad con términos agresivos. Desde entonces, según la organización Fundamedios, el Régimen ha hecho 18 interrupciones de este tipo en los medios.

Pero lo que pareció una práctica dedicada solo para la televisión, el lunes, pasó a las radios. Interrumpió la señal de Ecuadoradio para cuestionar al coordinador de la veeduría de los contratos de Fabricio Correa, Pablo Chambers.

Ayer, de la misma forma, se interrumpió el espacio noticioso y de opinión de Radio Democracia conducido por Gonzalo Rosero. La cadena fue utilizada para descalificar al asambleísta de oposición Galo Lara, quien fue entrevistado el día anterior en ese noticiero. Se criticó también al periodista Rosero por no mencionar nada acerca del supuesto “oscuro pasado” de este asambleísta. No hubo un pronunciamiento del periodista al respecto.

¿Tiene el Mandatario la potestad de hacer estas interrupciones? La Secretaría de Comunicación se ampara en el art. 59 de la Ley de Radiodifusión que dice que toda estación está obligada a prestar servicios sociales gratuitos para la “transmisión en cadena de informativos, partes o mensajes de emergencia del Presidente (...)” entre otros casos.

Sin embargo, para el experto en legislación de la Comunicación, Juan Carlos Solines “lo que hace el Gobierno es utilizar las obligaciones sociales del medio como un mecanismo para ejercer su derecho a la réplica”. Eso es otra cosa, muy distinta que está contemplada en el art. 66, numeral 7 de la Constitución”. Según Solines se está mal utilizando la Ley y hay un “abuso de estas disposiciones” .

Un agravante , según Fundamedios, es que si bien el Gobierno tiene derecho a replicar y exigir rectificaciones, “no puede tomarse un espacio de televisión con el fin de acosar a un periodista, desprestigiarlo e insultarlo”.

Por ello, incluso los organismos internacionales han criticado esta práctica del Régimen y la han calificado como un atentado a la libertad de expresión. El Comité para la Protección de los Periodistas resaltó, en su informe reciente, señaló: “El clima de censura se multiplica por las constantes cadenas que ordena el Gobierno para interrumpir noticieros con la excusa de su derecho a la réplica. Además, de los insultos que infiere el presidente Correa contra medios de comunicación y periodistas en sus enlaces de todos los sábados”.

Para Ricardo Manciatti, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión esto no es nuevo ya que el Gobierno siempre direcciona sus mensajes por zona y afirmó que tendrán una reunión en AER para hacer público un pronunciamiento.

El veedor Chambers, quien ha sido recurrentemente atacado en cadenas se refirió al tema: “Quiero decirle al señor Presidente que no tiene que gastar la plata de los ecuatorianos conmigo. Yo me doy por muerto y la veeduría se da por muerta, se da por sancionada. No nos vamos a defender, no hay necesidad de las cadenas. Por favor, ese dinero tenga la amabilidad de enviar a Solca”.

La Unión Nacional de Periodistas rechazó el término ‘sicarios de tinta’, de R. Correa

Reacción

La Unión Nacional de Periodistas (UNP) exigió ayer al Primer Mandatario respetar a los comunicadores del país.

Las causas: el presidente Rafael Correa, en la última cadena sabatina, utilizó el término “sicarios de tinta” para referirse a los medios que en las últimas semanas han cubierto los polémicos casos de Paco Velasco, Irina Cabezas, el de la veeduría de los contratos del Estado con su hermano Fabricio, las detención de Pepe Acacho, así como la coyuntura por la consulta.

Vicente Ordóñez, presidente de la UNP, afirmó que el término ‘sicarios de tinta’ se suma a una larga lista de calificativos que el Mandatario ha proferido contra de los periodistas.

Y para dimensionar la magnitud de ese agravio, el comunicado de la UNP recurrió al Diccionario de la Real Academia Española: sicario es un asesino asalariado.

“Qué decepcionante es ver a un Presidente de la República preocupado por buscar nuevas formas y palabras para herir a los periodistas y disminuir nuestra credibilidad y la de los medios de comunicación, con el único propósito de que prevalezca la verdad oficial. La verdad que cuentan los medios bajo el control gubernamental y que por ello, seguramente, no forman parte de la prensa corrupta”.

Ordóñez dijo que la buena práctica del periodismo que sie pre reclama el Presidente, le obliga a él mismo a rebatir las ideas con argumentos y no con sus acostumbradas descalificaciones.

“No tenemos temor a ser juzgados, pero no aceptamos someternos a tribunales de excepción y a convertirnos en personas diferentes a los demás, solo por el hecho de hacer periodismo. Somos quienes redactamos las noticias, las crónicas, los reportajes. Por eso, el término ‘sicarios de tinta’ nos agrede directamente”.

La UNP también se refirió a la creación del Consejo de Regulación, propuesto en la pregunta 4 de los temas generales de la consulta popular. Considera que serían consejos de censura previa de la información. Ordóñez recordó que el periodismo no es una profesión para cínicos ni cobardes y que el comunicador es el corazón de los medios.

También miran con preocupación la constante utilización de las cadenas para denigrar a los periodistas. El gremio insistió en que los periodistas sienten que la libertad de expresión, de la que gozaban antes, ahora está amenazada y que la profesión del comunicador vive momentos difíciles pero que no los amendrantarán.

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