Un compilado de 10 preguntas y 10 respuestas con la versión del oficialismo de los hechos del 30-S ha puesto el Gobierno a circular entre la ciudadanía.
Fue el sábado pasado, durante la concentración que realizó Alianza País en Quito, en respaldo de sus firmas válidas. Se trata de un tríptico en papel de lujo bajo el título: ‘30S 10 preguntas 10 respuestas’.
El documento tiene como responsable a la Cancillería, a través de su Escuela de Formación Continua sobre El Buen Vivir ecuatoriano.
En el tríptico, que además iba a acompañado de una invitación para una exposición gráfica que comenzará el próximo jueves en ese Ministerio, se responde una decena de interrogantes sobre lo que fue la insubordinación policial ocurrida hace dos años.
En el ‘brochure’ se hacen afirmaciones como que los hechos de ese día siguieron “una serie de acciones planificadas y coordinadas, por parte de grupos policiales y militares, que iban más allá de una simple protesta”. El Gobierno insiste en señalar al ex presidente Lucio Gutiérrez como uno de los azuzadores de la revuelta. Del caos de esa mañana, según el tríptico, la oposición buscó sacar provecho y desestabilizar, tratando de darle al golpe un carácter legalista.
El documento califica como una “falacia” suponer que el presidente Rafael Correa fue el principal responsable de la crisis al haber ido al Regimiento Quito número 1 en medio de la protesta policial. Según el Gobierno, el escenario se trazó con anticipación y por eso Correa fue recibido “con piedras y gases lacrimógenos nada más llegar”.
Al tiempo de insistir en que Correa sí estuvo secuestrado en el hospital y que se intentó asesinarlo, en el documento se advierte que la oposición “alentó la sedición de los policías”. El texto responsabiliza directamente al PSP y a Madera de Guerrero de esa supuesta conspiración. El Régimen desecha la tesis del autogolpe.
También se resalta la postura del Gobierno, de que fue un intento de golpe de Estado, que tuvo rechazo internacional y de la ciudadanía, según sus encuestas oficiales.