¿La sublevación policial del 30-S mostró el desgaste político del Gobierno?
Fue algo muy puntual. No nos olvidemos que hace rato el Gobierno viene creciendo en popularidad. Yo creo que esta sublevación desencadenó el agrupamiento de ciertos sectores que tienen mentalidad golpista. Por eso es importante que haya un baño de verdad.
¿Cómo lograrlo?
Debe ser ágil, certero y en el menor tiempo posible. El apoyo de las veedurías ciudadanas es importante para que esa verdad sea creíble. Las veedurías tienden a volver lento el proceso, vea todas las demoras del Consejo de Participación Ciudadana’
¿Qué pasaría si por esas comisiones la investigación demoraría dos años?
Sería volver al pasado.
A la par de esa verdad, usted sugiere que el país camine hacia diálogo. ¿Cuándo? El Presidente siempre lo ha hecho. Pero al mismo tiempo ha demostrado tener una actitud de confrontación e intransigencia.
Se podría averiguar quién tiró la primera piedra, pero yo propongo ver quién tira la primera flor.
¿Será el Presidente?Yo creo que sí. Pero hay que independizar el llamado al diálogo de la investigación de los acontecimientos.
¿El fiscal Washington Pesántez hará un papel independiente?
Tiene que hacerlo; es su obligación. Por eso son importantes las veedurías ciudadanas que propone el ministro (de Justicia), José Serrano.
¿Esas veedurías deben seguir el trabajo del Fiscal?
De todos.
¿Por qué no pensar en una comisión internacional independiente?Es importante, se puede poner a personas que tengan reconocido prestigio.
A la ministra Doris Soliz le pareció ridícula esta opción porque afecta a la soberanía’
Una cosa es la veeduría y otra la investigación básica. Tampoco podemos estar bajo el tutelaje de otras instancias.
Para investigar la deuda externa sí hubo ese tutelaje’
Es que estaban inmersos elementos internacionales.
El Gobierno no ha descartado que fuerzas externas pudieron estar detrás del 30 de septiembre
Quizás como elemento secundario. En democracia cualquier institución pudiera tomar iniciativas como llamar a una comisión externa.
¿Usted lo haría?
Sí, cualquiera, pero tenemos que ser más o menos conocedores de este tema.
El ex ministro Gustavo Larrea ha seguido con detenimiento el desarrollo de esta crisis. ¿Cree que aún le afecta el escándalo de las FARC y de José Ignacio Chauvín?
A Gustavo se le fue de las manos lo de Chauvín. Él se espantó. Yo creo en la buena fe del ex Ministro y que nosotros (el Gobierno) y los medios fuimos injustos con él. Pero va a surgir la verdad.
¿Se refiere a estos dos escándalos?Me parece que fue un acto de novelería internacional esas reuniones con las FARC. Eso le afectó de manera perversa. Como pruebas se presentaron grabaciones a medias y un diario de Raúl Reyes que no fue escrito por él.
¿Es momento de que Larrea regrese al Gobierno?
Sé que Gustavo no tiene ese interés. Su grupo político sí trabaja cerca del Régimen. No sé si por parte de Rafael habrá esa intención. Pero voy a hacer una propuesta de su integración, en un tema que no cause conflicto y que aporte en el tema político.
¿En esta etapa post 30-S, cuál debe ser la prioridad del Gobierno?
Lo primero, trabajar sobre la confianza de la Policía, dotarles de medios para combatir la delincuencia que es más sofisticada; hay que mejorar la inteligencia.
¿La falta de seguridad les preocupa?
Sí, es un tema en el que estamos duros. Yo tengo una explicación: en el caso de Ecuador el asunto es importado.
Según estadísticas oficiales, el impacto de la migración en la delincuencia es relativo’
Ahora no. Antes, nuestros ladrones no eran violentos y los robos eran risibles. La gente que ha desertado de las FARC y de los paramilitares está acostumbrada a delinquir y han venido al país a enseñar a nuestros criminales. No me refiero, con ello, al gran pueblo colombiano que ha migrado al país para trabajar.
¿Se les fue de las manos la política de eliminación de visas y apertura migratoria?
El Presidente ha anunciado reformas al tema.