Fuerzas afines al Gobierno se han adelantado a la marcha indígena contraria a la minería y se han apostado en dos sitios que normalmente son clave en Quito durante las jornadas de protesta.
Durante el día de hoy, grupos de personas leales al Gobierno se han ubicado con carpas y logística para pasar la noche en el parque de El Arbolito y en la Plaza de la Independencia, donde se ubica la Presidencia de la República.
Estas personas han armado flamantes carpas marca Coleman donde seguramente pernoctarán hasta el día jueves, día en que se espera los indígenas que marchan desde el sur llegarán a Quito.
En la Plaza de la Independencia había una persona que con megáfono en mano lanzaba consignas contrarias a los marchistas y en defensa del Gobierno. El mensaje es claro: quienes se adhieren a la protesta antiminera son desestabilizadores que han traicionado a un gobierno de izquierda y comprometido con las causas sociales.
La Plaza de la Independencia es un lugar neurálgico para el Gobierno y el presidente Rafael Correa ha pedido que sus partidarios se reúnan en ese lugar en una suerte de “vigilia” del sistema democrático.
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Simpatizantes del Gobierno agredieron a un ciudadano que trataba de defender a un periodista que fue insultado por los militantes.
El reportero de diario El Universo fue llamado “basura”, porque trataba de calmar los ánimos de los militantes, que habían previamente atacado a una periodista de EL COMERCIO. Los agresores no se identificaron pero llevaban banderas de Alianza País.
Este grupo llegó el domingo en la mañana y permanecerán en la Plaza Grande hasta el jueves próximo.
Algo similar ocurre en El Arbolito donde se espera que lleguen los indígenas que vienen principalmente del sur. Ahí también se han instalado carpas y varias personas se encargan de impedir que se tomen fotografías o que gente extraña al movimiento del Gobierno se acerquen. Son muy visibles mujeres vestidas de rojo y con gorras rojas al estilo de las fuerzas partidarias de Hugo Chávez en Venezuela. Estas mujeres se identifican como de la Asociación MRL o Mujeres Revolucionarias Latinoamericanas.
El ambiente era de cierta tensión. En un momento durante la mañana, una persona que decía ser un simple ciudadano tomó fotos con su celular y personas que aparentemente se encargan de la seguridad del lugar estuvieron a punto de golpearlo. Un grupo de personas que dijeron representar a la Asociación de Negros de Esmeraldas también se habían ubicado en el sitio.
También se habían ubicado facilidades para proveer de alimentos a estas personas.
Aparentemente, estas fuerzas están cumpliendo un trabajo de escudo a favor del Gobierno ante la eventualidad de que los protestantes lleguen a esos lugares.
Rafael Correa dijo el sábado pasado que por cada 500 manifestantes que lleguen al Quito, el Gobierno colocará a 50 000 personas partidarias de la llamada revolución ciudadana. El lema del Gobierno para estos eventos es el de “no pasarán”.