En medio de activismo político, críticas al libre comercio, la difusión de proyectos oficiales y la visita a dos países de la ex URSS concluyó la última gira del canciller Ricardo Patiño, la más larga de que se recuerde de un Ministro de RR.EE. en la historia reciente.
Durante 21 días, Patiño pisó seis países de Europa y Asia, con el argumento de abrir mercados y aumentar la presencia ecuatoriana en organismos multilaterales.
Sin embargo, el contexto que rodeó el viaje ha generado interrogantes sobre la utilidad de este periplo, que dejó como saldo la suscripción de cuatro instrumentos menores.
Críticas a un banco desde un coliseo de Madrid
A menos de tres meses de que el Partido Socialista Obrero se marche del poder en España, Patiño escogió a ese país para comenzar su gira. Allí se entrevistó con su par española, Trinidad Jiménez, que en enero ya no estará en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Entre los temas analizados estuvo el análisis de una “salida razonable” a la situación de los emigrantes ecuatorianos afectados por la crisis. En esa reunión Patiño repitió la solución esbozada por el presidente Rafael Correa, de que la banca española pueda reducir las cuotas que los emigrantes pagan por créditos.
Al regreso de su gira, Patiño no confirmó que esa u otra solución fue aceptada en España, que el 20 de noviembre irá a las urnas para elegir a sus nuevos dignatarios.
De ahí que la ‘oportunidad’ de esta primera parada en España puede ser objeto de discusión, dice el ex canciller José Ayala Lasso.
Sus palabras parten del hecho de que hay un alto porcentaje de opciones que sea el Partido Popular (PP) el que tome las riendas de ese país. Por lo tanto, cualquier medida que tome España sobre los emigrantes quedará en manos del nuevo Gobierno del PP.
Lo que sí hizo el canciller Patiño fue mantener contacto con la comunidad ecuatoriana, para ‘festejar’ el Convenio de Seguridad Social con España, que ya estaba en ejecución desde agosto.
En uno de los tres actos masivos, sus palabras causaron polémica con una onda expansiva que llegó a Ecuador. En un coliseo de Madrid acusó -sin pruebas- a Banco Pichincha de un supuesto salvataje a la banca española, por comprar cartera de emigrantes.
Ya en Quito, Patiño ratificó sus críticas al banco, aunque admitió que desconocía los detalles de la operación bancaria. “No sé exactamente qué papeles compró”.
Crítica a los acuerdos comerciales en Alemania
Tras dejar Suiza e Italia, nada más aterrizar en Berlín, Patiño fue duro con el ministro alemán de Desarrollo, Dirk Niebel, por oponerse a la iniciativa ambiental Yasuní-ITT. En un medio de prensa, le contestó que más bien Ecuador está ofreciendo una oportunidad ambiental a los países que han contaminado el planeta.
Según Patiño, aparentemente el ministro Niebel “está solo” en sus cuestionamientos al proyecto.
Con ese cruce de declaraciones como telón de fondo, Patiño pasó por Alemania explicando el Yasuní, sin noticias de que se haya concretado un aporte alemán oficial.
En la casa de la primera economía del Viejo Continente, Patiño también cuestionó los acuerdos comerciales que promueve la Unión Europea. Se lo dijo a su par alemán, Guido Westerwelle, a quien le explicó que Ecuador está interesado en acuerdos de comercio “para el desarrollo”, pero no en los tradicionales TLC.
Alexis Valencia, ex viceministro de Comercio, piensa que son confusos este tipo de pronunciamientos desde la diplomacia.
Recuerda que la Cancillería ya había señalado que un acuerdo para “el desarrollo” debe tener tres pilares: comercio, diálogo político y cooperación. “Lo curioso es que no ha salido ningún detalle de esos tres pilares que ya están contemplados en el acuerdo con la Unión Europea firmado con Colombia y Perú”.
Con esta postura y con el Tratado de Protección de Inversiones con Alemania dado de baja en la Asamblea, Patiño participó en un encuentro con empresarios alemanes para incentivarlos a invertir en el Ecuador, sin información de que algún negocio se haya cerrado. Lo que sí se firmó fue un Memorando de Entendimiento para capacitar a estudiantes ecuatorianos en temas de energías renovables.
En dos países con un pasado soviético
Al dejar el continente europeo en el avión presidencial ecuatoriano, Patiño se trasladó a Asia. Allí visitó dos países que en la escena internacional no se destacan por su peso político y comercial. Su primera parada fue Minsk, capital de Bielorrusia, un país con un importante vínculo económico con Rusia, al haber sido parte de la desaparecida Unión Soviética.
Tras varios actos oficiales, la visita dejó como único resultado un memorando para que, a futuro, se establezca un comité económico conjunto que explore oportunidades de negocios. Y una declaración de buena intención de la fábrica de tractores Minksm para un eventual montaje de una ensambladora en Ecuador.
La visita a Azerbaiyán dejó menos resultados. No hubo acuerdos de por medio, sino la voluntad escrita de que, a futuro, se establezcan relaciones diplomáticas.
Por el tono de las expresiones de Patiño en esa nación, esa visita más bien tuvo como objetivo de buscar apoyos a Ecuador en foros multilaterales. “Existen muchas coincidencias entre Ecuador y Azerbaiyán con respecto a cómo vemos la situación internacional y lo que se debe hacer”.
¿Cuál es el peso económico de Bielorrusia y Azerbaiyán?
El ex canciller Heinz Moeller señala que es mínimo el peso de estos dos países ex soviéticos. Y que por su perfil económico en casi nada pueden ayudar a aumentar flujo comercial ecuatoriano con el mundo. “Son países más bien reconocidos por su escaso espíritu democrático y de respeto a las libertades”.
De forma similar opina el ex viceministro Valencia, quien dice que ambos países tienen proveedores más cercanos de productos agrícolas. “Entonces se hace difícil pensar en grandes mercados”.
Los datos oficiales señalan que hasta julio de 2011 el intercambio comercial con Bielorrusia fue menor a USD 600 000, mientras que con Azerbaiyán es de USD 5 millones. Ambas cifras no llegan a representar el 1% de las exportaciones ecuatorianas a Rusia.
Cuatro lecturas internacionales sobre la imagen del gobierno de Rafael Correa
El Universal / México
‘Un descalabro de la imagen’
Desde 2007, Rafael Correa se ha visto envuelto más de una vez en la polémica, de la que han hecho eco los medios internacionales. Los mexicanos no han sido la excepción.
La prensa azteca, tanto electrónica como impresa, ha dado puntual seguimiento a asuntos que van desde su cercanía con sus homólogos de Venezuela y Bolivia, Hugo Chávez y Evo Morales (en una especie de club bolivariano), hasta la defensa que hiciera del territorio ecuatoriano, al descubrir en 2008 que fuerzas colombianas habían invadido su territorio en un operativo contra las FARC.
Un año después, captó gran atención el recelo que despertaron los cambios constitucionales promovidos por Correa, gracias a los cuales convocó a elecciones anticipadas, que ganó en 2009, alargando así un mandato que debía terminar en 2011.
En los últimos meses, la imagen de Correa sufrió una especie de descalabro como resultado de su arremetida contra la prensa. En particular contra diario El Universo, contra quien interpuso una demanda por la publicación de un artículo. Este hecho ha sido duramente criticado mientras los medios internacionales han hecho eco de la polémica y de los argumentos de ambas partes.
El Comercio / Perú
‘Voto y Justicia secuestrados’
El presidente Rafael Correa ha puesto en vilo a Ecuador y concentrado, en un solo puño, la suerte de los derechos civiles y humanos de sus habitantes.
En tiempos de globalización, esta realidad sería inconcebible si el Mandatario elegido para fines A, B y C, y que ha pasado a gobernar para fines C, D y E, no hubiera hecho antes lo que en su momento hicieron no pocos autócratas y dictadores. Es decir, perpetrar el secuestro del voto ciudadano, que es la voluntad popular, así como la única reserva de contrapeso que representan los tribunales de Justicia.
Aunque sea difícil creerlo, lo inconcebible para un mundo de libertades cada vez más extendidas está precisamente ahí, en el Ecuador, arremolinándose contra la prensa.
En estas condiciones, la batalla por la democracia y las libertades en el Ecuador debe y tiene que librarse más afuera que adentro, más en el terreno de apelación a la conciencia internacional, como suscitó en la Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en Lima.
El secuestro del voto y la voluntad ciudadanas, así como del Sistema Judicial en el Ecuador, no se ha visto hasta hoy en la dimensión que sugieren sus perniciosas consecuencias.
El Nacional / Venezuela
‘Paralelismo con Chávez’
A pesar de ser considerado un aliado del proceso bolivariano de Hugo Chávez, muchas decisiones del Mandatario ecuatoriano en política exterior tienden a ser autónomas y no necesariamente acordes al guión de Caracas. Pese a los matices, el Gobierno de Venezuela sigue viendo al de Ecuador como un fiel compañero de ruta en la escena regional.
No obstante, y a juicio del ex embajador Edmundo González Urrutia, las acciones de Correa en el ámbito internacional, si bien mantiene algunos puntos coincidentes, “no hay un alineamiento completo con las acciones de Venezuela”. “Ecuador mantiene una actitud cautelosa con respecto a la Alba, lo mismo que con otras acciones vinculadas al proyecto continental bolivariano”, señala.
La simpatía de Correa en la opinión pública venezolana, que en mayo de 2011 alcanzaba 44,6%, según el Consorcio Cima. Esto muestra ciertos paralelismos con la polarización que vive el país a la hora de calificar al presidente Chávez.“Para una parte importante de la sociedad venezolana, las acciones de Correa revelan similitudes con la gestión de Chávez: populismo, confrontación, desprecio hacia los adversarios y concentración de poder”, concluye González Urrutia.
O Globo /Brasil
‘Una semilla de desconfianza’
Rafael Correa plantó en 2008 una semilla de la desconfianza en las relaciones con Brasil, cuando expulsó a la constructora Odebrecht. El episodio fue recibido con molestias en el Palacio de Planalto, debido a la inseguridad creada para inversión brasileña.
Los lazos de confianza han sido restaurados por parte de todos. Este año, el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, en una visita a Quito, recibió el compromiso de Correa de evitar nuevos enfrentamientos.
A Correa se lo mira con una propuesta de gobierno del pueblo, que se enfrenta a las élites. Pero este planteamiento difiere del que tuvo Lula, que con una tendencia de izquierda suavizó su discurso en campaña y, en una carta a los brasileños, hizo una serie de compromisos para respaldar a los empresarios, dice Eduardo Vidigal, profesor del Departamento de Historia de la Universidad de Brasilia.
En Brasil no es habitual que los presidentes resuelvan los conflictos con la prensa en los tribunales. Por eso el juicio a El Universo generó duras reacciones. El titular de la Asociación Nacional de Periódicos, Judith Brito, dice que el gobierno de Correa, con los de Cuba y Venezuela, se destaca por la por la falta de libertad de expresión.