Para la consejera electoral Marcia Caicedo, Roberto Cavanna, gerente de Correos del Ecuador, terminó culpando a ‘Jaimito el cartero’ por la repartición de los folletos con propaganda por el sí, a 108 miembros de las Juntas Receptoras del Voto en Guayas. Y que así se terminó rompiendo la cuerda por el lado más débil.
Para esta vocal, integrante del Consejo Nacional Electoral (CNE), es ilógico pensar que por una “travesura del cartero” se puede justificar una denuncia tan grave en estos días de campaña.
Pero así procedió Cavanna esta semana, al responder por las graves acusaciones que caían sobre sus hombros, y que terminaron en una demanda por peculado impulsada por el frente Unidos por la Democracia.
La distribución de este polémico volante, que contenía en la portada el rostro del Jefe de Estado y una clara campaña por el sí, fue entregada a 108 miembros y estaba inserto en el periódico oficialista El Ciudadano. Este hecho se conoció el fin de semana y colocó en la mira de la opinión pública al funcionario postal.
A primera hora del lunes, Cavanna acudió al CNE, organismo que también se vio salpicado por la irregular repartición, para dar su versión. Aclaró que la distribución del diario oficial se realiza de manera zonificada y de forma masiva y que por lo tanto este material no pudo haber sido entregado conjuntamente con las notificaciones del Consejo Electoral.
Omar Simón, presidente del CNE, a manera de reacción, le recordó a Cavanna de su contrato de exclusividad, que obligaba a Correos del Ecuador a entregar únicamente los documentos autorizados por el Consejo sin propagandas. Por eso, en respuesta, el Gerente dijo que “el problema se daría por un error humano”.
Y modulando su voz, en tono firme, se propuso identificar a los culpables. “No escatimaremos esfuerzos ni vamos a ocultar algo, si es un buen cartero y cometió esa estupidez será sancionado”.
Inmediatamente, los grupos de oposición vieron en esta queja de la prensa una oportunidad para expresar su rechazo. De este modo, el miércoles los asambleístas de oposición César Montúfar (Concertación Nacional) y Andrés Páez (ID), en representación del frente Unidos por la Democracia, solicitaron al fiscal subrogante, Alfredo Alvear, que se investigue la suscripción de un contrato que ha posibilitado la distribución de material electoral utilizando los recursos del Estado y la infraestructura de la empresa de Correos del Ecuador.
El jueves, Cavanna habló con El Ciudadano, el mismo medio involucrado en este escándalo. Allí dijo que “lamentablemente, con la única intención de ser más eficiente” el Supervisor Operativo de ese día aprovechó las rutas que tienen los carteros del CNE, para la entrega de correspondencia de otros clientes, sin percatarse que era publicidad política.
Con esta excusa, insistió en que “no hubo ningún direccionamiento, nada político ni maldad, ni mala fe, peor el mal uso de recursos públicos”.
Sin embargo, estas declaraciones provocaron el rechazo de actores políticos. Por ejemplo, Páez lamentó que se tenga que buscar un chivo expiatorio y que esto sucede porque “algunos funcionarios están contagiados de la misma actitud del presidente Correa, que siempre busca un culpable”.
Por su lado, el asambleísta Ramiro Terán (MPD) dijo que las acusaciones de que “fue un cartero el que se equivocó”, son absurdas al hablar de 207 000 notificaciones que fueron entregadas.
A pesar del compromiso de Cavanna por aclarar este polémico lío hasta ayer en la tarde, el consejero del CNE, Fausto Camacho, dijo que al Pleno no ha llegado aún ningún informe de Correos del Ecuador, para descubrir quién es ‘Jaimito el cartero’.
¿Quién es?
En abril del 2010 Roberto Cavanna Merchán fue designado como Gerente General de la Empresa Pública de Correos del Ecuador. Posee una amplia experiencia en el área postal.
¿Qué dijo?
Frente a las denuncias de la repartición de los folletos por el sí dijo: “No escatimaremos esfuerzos ni vamos a ocultar algo, si es un buen cartero y cometió esa estupidez será sancionado”.
¿Qué hizo?
Aplacar las denuncias de la prensa, sobre la entrega de folletos por el sí, a 108 miembros de las Juntas Receptoras del Voto, culpando a un empleado de menor rango, por un error donde no hubo “maldad”.