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Embajador en Washington volvió a Quito para presentar un libro sobre la política exterior ecuatoriana

De izquierda a derecha, Nina Pacari, Juan Ponce, Eduardo Sempértegui y Francisco Carrión. Foto: Santiago Estrella / EL COMERCIO

De izquierda a derecha, Nina Pacari, Juan Ponce, Eduardo Sempértegui y Francisco Carrión. Foto: Santiago Estrella / EL COMERCIO

De izquierda a derecha, Nina Pacari, Juan Ponce, Fernando Sempértegui y Francisco Carrión. Foto: Santiago Estrella / EL COMERCIO

El embajador ecuatoriano en Washington, Francisco Carrión, volvió a Quito. Hace poco se reunió con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para presentar sus credenciales; ayer en la Flacso presentó su último trabajo académico: ‘Ecuador: entre la inserción y el aislamiento”.

Es una obra que analiza cuál ha sido la política exterior desde la firma de la Paz con Perú, en 1998 hasta el 2015.

La excanciller ecuatoriana, Nina Pacari, el rector de la Universal Central, Fernando Sempértegui, el director de la Flacso, Juan Ponce, y el propio autor intervinieron.

Pacari sorprendió al comenzar su discurso en kichwa. Luego aclaró que, en síntesis, decía que el libro era importante para refrescar la memoria de un país que tiene amnesia individual y colectiva.

Pacari destacó cómo las relaciones internacionales actuales muestran el poder de los organismos internacionales que “rompen con el concepto jurista pero cada vez más alejada de la realidad: la soberanía”. Y con ello hay un tercer actor que pueden tener mayor peso que estados no solo en vías de desarrollo sino también desarrollados: “General Motors supera al PIB de Dinamarca”, ejemplificó.

Sempértegui, por su parte, hizo un resumen crítico extenso de la obra de Carrión. Desatacó que Ecuador, por la inestabilidad hasta el 2007 no tuvo una política exterior, para luego, con la década correísta, tener una diplomacia ideologizada. Esto produjo, sobre todo desde el 2011, que no se tuviera un desarrollo comercial necesario con países vecinos, por ejemplo.

Carrión no quiso hablar mucho. “Lo que pienso está en el libro”, dijo. Sin embargo aclaró que el libro se terminó poco antes de ser designado embajador. Por lo tanto aclaró que nada tiene que ver el contenido de su investigación de tres años con la política del Gobierno.