El historiador mexicano Enrique Krauze cree que Brasil y México, con una visión social, tienen el desafío de asumir el liderazgo de América Latina.
¿El bolivarianismo impulsado 14 años por Hugo Chávez puede extinguirse si él no sigue en el poder?
Creo que puede disolverse y difuminarse a mediano plazo.
¿Por qué?
Este proceso está ligado de manera indeleble y esencial a la figura del caudillo. Más que una doctrina es una fe en el individuo y un apego a la pasión de este personaje. Por eso, en caso de que él llegue a fallecer, el bolivarianismo se irá difuminando.
¿No existe un sustento político e ideológico que sostenga este proceso más allá de la figura del líder venezolano?
Lo que existe es un invariable y muy antiguo reclamo de justicia social, que se origina en la pobreza y desigualdad de nuestros países. Entonces ese reclamo seguirá vigente y los gobiernos de la región tendrán que tomar políticas con sustento y sentido social. Estos países fueron fundados sobre una matriz religiosa que tiene un humanismo en el fondo. Por eso no se pueden instalar regímenes puramente liberales. En ese sentido, seguirá vigente una parte del ideario de Chávez. Pero no seguirá el socialismo del siglo XXI, que no es más que un refrito del socialismo del siglo XX de Cuba.
¿Nicolás Maduro, vicepresidente venezolano, está lejos de llenar el vacío político que puede dejar Chávez?
Por la fuerza residual tan grande del legado de Chávez, Maduro puede llegar a ser su sucesor formal. El ‘shock’ que provoque la desaparición física de Chávez puede ayudar a Maduro a ser el presidente. Pero lo que no podrá heredar será el carisma; es intransferible. Él no tiene ese toque inexplicable y casi religioso de Chávez. Por eso tendrá que lidiar con las divisiones que sobrevendrán dentro y fuera del chavismo.
¿Maduro también tendrá que enfrentar los problemas cotidianos de los venezolanos que minimiza Chávez?
La gente va a ser mucho menos paciente con Maduro. Le va a creer mucho menos porque la retórica y personalidad de Chávez distorsionó los problemas de su país. Él dio a los venezolanos una versión de la realidad en la que creyeron. No creo que Maduro logre lo mismo.
¿Los ‘petrodólares’ son insuficientes para mantener el proyecto chavista?
Creo que los venezolanos se volverán más críticos con respecto al uso que se ha hecho en estos años de la inmensa riqueza petrolera.
No se puede negar que hay sectores de la sociedad venezolana beneficiados por las políticas sociales.
Si bien algunos sectores de la población venezolana han mejorado en el corto plazo su nivel de vida, en realidad la economía de ese país es un desastre.
En estas circunstancias, Henrique Capriles, líder de la oposición, ¿tiene alguna posibilidad electoral frente a Nicolás Maduro?
Si las elecciones son en un plazo breve probablemente Capriles volverá a perder. Es posible que tenga que enfrentar a un factor de luto nacional. Sin embargo, esto no es más que una hipótesis. Todo puede ocurrir. Aunque hay que reconocer que Chávez ha dado una cátedra de temple físico, moral y político y puede ser que todavía viva un tiempo más.
¿Y qué pasará con el liderazgo que Venezuela ha ejercido en bloques como la Alba o la Unasur? ¿Otro líder regional puede tomar la posta?
Con toda franqueza no creo que ese liderazgo sea replicable ni heredado al presidente (Rafael) Correa o al presidente de Nicaragua (Daniel Ortega) o a Evo Morales.
¿Por qué?
A mediano plazo, cuando llegue la necesaria transición cubana, tengo la convicción de que toda América Latina, por primera vez en su historia, podrá ser plenamente democrática. El populismo, en varios de los casos, distorsiona a la democracia. El populismo deja efectos económicos muy negativos como los que empiezan a sentir con claridad los argentinos. Por eso es difícil que pueda perdurar el chavismo bolivariano sin su líder.
¿Qué factores hacen inviable que Correa, Ortega o Morales tomen la posta del proyecto chavista en la región?
Por la naturaleza misma de ese liderazgo y por la experiencia histórica. La esencia del carisma lo hace intransferible. Y, además, no tienen el petróleo de Chávez. Tampoco se ha dado el conjunto de factores como la relación del Presidente venezolano con Cuba y su amistad con Fidel Castro. Lo más seguro es que el proyecto bolivariano se vaya ‘brasileñizando’. Se acercará cada vez más al modelo de socialismo democrático de Dilma Rousseff y Lula, basado en una economía abierta con vocación social. Ese también es el modelo del Perú, que es el que conviene a América Latina.
A Perú se lo identifica como un modelo de derecha.
No estamos hablando de un modelo liberal puro, sino de un modelo de economía mixta, con presencia del Estado y con una política más moderna que la militante e ideológica del presidente Chávez. Hay las condiciones para que en los próximos lustros haya una vida política menos ideologizada en América Latina.
¿Brasil capitaneará sin sombras a América Latina?
Creo que México puede despertar de su letargo y jugar un papel más firme, diplomático y asertivo, como fue por muchos años. Solo en tiempos recientes adoptó una política exterior más pasiva. Así, México podría ser un efecto de equilibrio en la región.
Pese a altos niveles de violencia y el azote de la droga en México, ¿Enrique Peña Nieto tiene la posibilidad real de liderar un proceso de integración de A. Latina?
Él tiene ese objetivo. Hubo una larga y buena tradición diplomática independiente en México, que puede ser retomada. Entonces, si Brasil y México asumen la responsabilidad que tienen en la región habrá un esquema posible de recomposición. Lo que sí es difícil es que la actual correlación de fuerzas en América Latina perdure sin la figura de Chávez. Es contrario al sentido común y a la realidad que pueda sobrevivir un proyecto que tenga por utopía la revolución cubana.
¿El declive del proyecto bolivariano de Chávez puede abrir la puerta a una nueva etapa en las frías relaciones entre EE.UU. y A. Latina?
Hay varios factores para que se dé esa nueva etapa. En primer lugar Mitt Romney no está en la Casa Blanca, sino Obama. Además, el peso que van teniendo los hispanos en el proceso electoral estadounidense va a volver a ese país más sensible frente a la región. Todo eso facilitará un proceso de convergencia.
Si Chávez abrió la puerta del continente para que desembarque Irán, ¿cuánto puede afectar su ausencia a los lazos persas en la región?
Este tema en particular hará que se sienta con mayor fuerza la presencia estadounidense. A Washington no le gusta la cercanía de Chávez con Irán y Bielorrusia. Por lo tanto, impulsará una presencia más cooperativa con América Latina.
¿Irán se retirará fácilmente del hemisferio, cuando ya ha estrechado relaciones con países como Ecuador, que respalda su polémico programe de energía nuclear?
Ellos van a seguir intentando cultivar esas relaciones, pero no hay una convergencia de identidad y de proyecto entre nuestros países latinoamericanos y el islamismo radical.
Entonces, ¿cuál es el vínculo que sostiene el nexo de Irán con países de la Alba?
El delirio de Hugo Chávez.
¿Cuál es el propósito geopolítico de Chávez de vincular a la Alba con el Régimen de Teherán?
En primer lugar irritar a Estados Unidos. Pero sobre todo para que se siga el libreto de Chávez. Hay que admitir que él creó un gran libreto global. Pero creo que es un proyecto delirante, que busca formar una gran fuerza cósmica contra Estados Unidos. Se puede ser una república independiente, responsable y democrática sin ser un siervo de Washington. Con sus alianzas islámicas radicales Chávez ha propuesto una especie de exacerbación del Che Guevara y Fidel Castro.
Ecuador parece seguir ese libreto: tiene una alianza con Irán y Bielorrusia, mantiene una postura tibia frente a la crisis en Siria, etc. ¿Ese tipo de posiciones puede sostenerse en el tiempo?
Si el presidente Chávez deja el poder, esos planteamientos necesariamente van a ir desapareciendo. Por supuesto que los seguidores del proyecto bolivariano dirán que no es así y que esta política de alianzas será eterna. Pero con el paso de los años todo este plan se irá evaporando porque es un injerto artificial. No hay convergencia natural entre culturas iberoamericanas y el islamismo radical.
Más allá del uso que Chávez dio a la figura de Simón Bolívar, ¿qué se puede rescatar del bolivarianismo?
Se puede rescatar al Bolívar original. Es decir, aquel personaje ilustrado que creyó en la libertad, más allá de sus momentos de desesperación autoritaria. Se puede rescatar aquel Bolívar que soñó en una constelación de repúblicas independientes. Pero sobre todo es rescatable el sueño iberoamericano en términos culturales. Los escritores y artistas, al igual que nuestra lengua, han sido desde siempre el vínculo de nuestros países. El verdadero bolivarianismo es esencialmente cultural.
¿Por qué el bolivarianismo no funciona en política?
Se desfiguró porque se quiso formar una especie de bloque ideológico opuesto a Estados Unidos, que es innecesario e insensato. Lo que se debe formar es un gran bloque cultural, con cooperación económica y social, con democracias funcionales y potentes. Todo eso se puede lograr con una política independiente de Estados Unidos, pero no necesariamente adversa. Mucho menos hay que pensar en los fanatismos en nuestro tiempo.
HOJA DE VIDA
Enrique KrauzeKleinbort
Su trayectoria. Nació en México en 1947. Historiador y ensayista. España le entregó la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. Sus estudios se han enfocado en el bolivarianismo.
Su punto de vista.Sostiene que sin Chávez el bolivarianismo se difuminará y la correlación de fuerzas en A. Latina se modificará.