Su candidatura al Consejo ha sido impugnada por cuestionamientos a sus documentos. ¿Ha pensado en retirarse del concurso?
De ninguna manera. Sobre todo, sabiendo de donde vienen las impugnaciones. Quieren pescar a río revuelto porque no lograron entrar entre los primeros lugares. Defienden intereses políticos y económicos.
¿A quiénes se refiere?
Estoy intentando descubrir los intereses que se esconden detrás de esto. Las impugnaciones no están sustentadas.
Pero entre las denuncias están la supuesta falsificación de documentos y certificados sin aval legal…
Esa es la acusación más burda. Presenté todos los documentos originales. Aseguro que todo es legítimo y lo voy a comprobar la próxima semana en la fase de pruebas en el Consejo Electoral.
Usted consiguió el puntaje más alto en la lista de hombres, pese a que solo tiene título de bachiller.
No es ningún pecado tener un título de bachiller. Estoy por sacar mi título universitario. Lo importante es que cumplo con el perfil para el Consejo.
¿Cuál es su perfil?
Ser una persona proba por haber ejercido la participación ciudadana, el combate a la corrupción y el control social. He dirigido un sinnúmero de organizaciones sociales.
¿Se refiere a la FEUE?
A la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador, a la de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), núcleo de Ibarra. También fui presidente del Frente Popular de Imbabura que aglutina a sectores campesinos. Luché junto a los comerciantes ambulantes y contra la firma del Tratado de Libre Comercio, entre otras acciones.
Todos estos son frentes de izquierda cercanos al MPD.
Todas estas organizaciones son tan amplias y aceptan varias líneas ideológicas. Pero no se me puede juzgar por ello. Juan Fernández, que es asambleísta de Madera de Guerrero, también fue cercano a la FEUE.
Al MPD, como cualquier partido político, le va a interesar tener a uno de sus cuadros en el Consejo de Participación. ¿Mantendrá usted una independencia?
Ese es el argumento de los grupos de poder que están en mi contra. Seré totalmente independiente de los poderes políticos y económicos pero dependiente de la gente de a pie.