El presidente de la Asamblea Fernando Cordero insistió ayer en Radio Quito que no significó ningún perjuicio para el Estado su viaje a Canadá, junto con su esposa y su nieto, en el avión presidencial.
El viaje se realizó entre el 17 y el 22 de junio. “Estar con la familia no es aprovecharse del Estado. Por ocupar asientos vacíos del avión no se pone más gasolina. Que alguien me demuestre que sea peculado”. En el Legacy también viajó la asambleísta Linda Machuca con su hijo.
Cordero recalcó, además, que fue el presidente Rafael Correa quien le cedió el Legacy (dejando de hacer un viaje a la Amazonía) para el traslado de los asambleístas.
En Carondelet aún no se ha realizado ningún pronunciamiento sobre el tema, tampoco se ha explicado cuál es el protocolo del uso del avión presidencial. Según Cordero, haber ido a Canadá en el Legacy evitó un gasto adicional para la Asamblea por el pago de los pasajes en vuelos comerciales para los legisladores que fueron a una invitación de los ecuatorianos residentes en ese país.
Sin embargo, el uso del avión presidencial sí implica un gasto para el Estado tanto en combustible como en la subsistencia para su tripulación. El Legacy tiene capacidad para 17 personas (13 pasajeros y cuatro tripulantes).
Pese a que Cordero recalca que no hubo abuso de poder, asambleístas de la oposición critican la falta de transparencia en su proceder. El presidente de la Asamblea comentó del viaje con su nieto y esposa, luego de que el legislador Leonardo Viteri hiciera pública la crítica en su contra.