¿Existe autocensura en Ecuador?
El espacio asignado a las columnas de opinión que publican semanalmente en matutinos del país. Esa es la única cortapisa que aseguran tener siete editorialistas de diario El Universo, El Telégrafo, Hoy y EL COMERCIO.
Ellos fueron consultados por este periódico a propósito del ‘efecto autocensura’, provocado por el temor de ser llevados a prisión y obligados a pagar indemnizaciones, que podría invadir a periodistas y articulistas.
Esto como consecuencia de la demanda iniciada por el presidente Rafael Correa en contra de tres directivos y el ex director de Opinión de diario El Universo y el juicio que enfrentan dos periodistas, autores del libro ‘El Gran Hermano, historia de una simulación’, que denuncia los millonarios contratos con el Estado de Fabricio Correa.
Daniel Santoro, uno de los editores El Clarín de Argentina, señala que estas medidas provocan autocensura. Y que eso sería un retroceso en la libertad de expresión. Recordó que la Corte Interamericana de Justicia ha instado a los estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) a derogar los delitos de calumnias e injurias y a dejar los delitos contra el honor en el fuero civil.
La presidenta Cristina Fernánez aceptó, el año pasado, ese consejo de la Corte en el caso del periodista Kimel, enjuiciado por un diputado por calumnias e injurias, tras la publicación de un libro que denunciaba asesinatos durante la dictadura militar. La Mandataria envió un proyecto de ley al Congreso, que fue aprobado por unanimidad, por lo que ya no hay cárcel para periodistas.
En el país, entre las reformas al Código Penal propuestas por el Ejecutivo se habla de la injuria como delito, por el cual se puede sancionar con seis meses a dos años de prisión.
En las salas de redacción y en medio de las coberturas, los periodistas comentan sobre el tema. También acerca de la posibilidad de que las notas que publican reciban una respuesta gubernamental en los enlaces sabatinos o en las programaciones de canales incautados.
Un caso de autocensura se dio a conocer en abril del 2010, en Ecuador. Entonces 10 editorialistas dejaron El Telégrafo. Se separaron del periódico público cuando se les advirtió que no podían comentar sobre la salida del Director y editores del diario y tampoco sobre la creación del Periódico Popular.
Los articulistas consultados por este Diario tienen entre 28 y 81 años, la mayoría más de ocho años de escribir editoriales. Niegan presiones de los medios a la hora de elegir sobre qué escribir. Conozca lo que piensan sobre el efecto autocensura.
Gabriela Calderón / El Universo
Cada uno decide qué riesgo quiere asumir...
El riesgo de escribir una columna de opinión es mucho más alto que antes de la demanda contra El Universo. Y cada uno elige qué riesgo está dispuesto a asumir. Los directivos nos han dado total apoyo, no hay ningún tipo de censura. Seguimos con la misma libertad y con el mismo límite: no más de 520 palabras.
Al escoger los temas combino lo que está en las noticias y lo que me interesa de modo personal. El límite me lo pongo al no escribir sobre temáticas alrededor de las cuales no tengo datos y no me siento suficientemente informada. Recibí una carta de respuesta de la ministra Nathalie Cely al artículo ‘La inversión que no vino’. No siento que pudiera ser la próxima Emilio Palacio, no soy un blanco atractivo. La estrategia es golpear a personajes no tan populares, incluso controversiales, para que poca gente se anime a defenderlos.
Rodrigo Fierro / EL COMERCIO
El trauma del juicio de Febres Cordero, presente
Llevo algo más de 30 años de articulista de opinión de EL COMERCIO. Tengo 81 años. No puedo negar que cuando estoy escribiendo un artículo de connotaciones políticas me viene a la mente el juicio penal que me instauró León Febres Cordero en el 2003 . Que el trauma que sufrí por tal juicio inconscientemente me lleve a autocensurarme es posible. No me pregunto si seré el próximo por el caso El Universo. Cuando me llegan noticias de asesinatos o persecuciones a periodistas, el que yo sea también víctima de tales hechos lo proceso como algo posible.
Mi límite es la privacidad de las personas y el que me impone la extensión del espacio con el que cuento. No encuentro ningún tema sobre el que no escribiría, como no ser aquel del cual mis conocimientos son menos que nada o simple y llanamente no les concedo ninguna importancia.
Carlos Rabascall / El Telégrafo
Si se me corriera la tinta, que solo me enjuicien a mí
No pienso más veces que antes sobre qué escribir. Siempre he sido partidario de opinar con responsabilidad. Puedo ser crítico con un Régimen, pero debo asumir una responsabilidad en el estilo y el fondo de lo que digo. A Emilio Palacio se le fue la mano, pero no debió hacerse extensiva la demanda a los directivos de El Universo. Espero que si un día se me llega a correr la tinta, el juicio solo sea en mi contra.
Una cosa es analizar el modelo de gestión gubernamental, pero otra emitir juicios de valor sobre alguien, para eso necesito pruebas, que no caigan en la subjetividad sino que sean verificables. En la parte legal, la verdad es todo aquello que se pueda probar.
Escribo con absoluta libertad, un máximo de 2 500 caracteres. Pero Ecuador se ha polarizado, creen que por trabajar en CN Plus o TC y escribir en El Telégrafo soy gobiernista y no es así.
Mauricio Pozo / Hoy
Me han dicho mentiroso en los enlaces sabatinos
Siempre he tratado de no correr mayores riesgos personales, no he cambiado el cuidado en mis artículos. Mi límite es no caer en calificativos y evitar dar nombres... Llevo 12 años como articulista y siento una pistola en la cabeza, frente a lo que pudiera ocurrir si escribo algo que sea visto como una amenaza para el Régimen.
Jamás he ofendido al Presidente, el 80% de mis artículos son económicos y el 20%, políticos. Analizo la gestión del Gobierno y me han respondido en las sabatinas. A veces hasta la familia me pide cuidarme. En un enlace sacaron mi voz, en un debate con una ministra, y luego alguien decía mentira... El riesgo es permanente. Pero luego de lo que pasó con El Universo hubo una reunión de articulistas en diario Hoy y decidimos seguir tal cual, eso sí sin escribir una letra más de los 1 100 caracteres que me asignan.
Ana María Correa / EL COMERCIO
Sí hay temor de que se nos acuse de cualquier cosa
Sí hay un efecto autocensura entre buena parte de la gente que hace opinión. Nos cuidamos más de lo que decimos, de las palabras, de no abordar ciertos temas o hacerlo tal vez de una forma más superficial, para evitar caer en cuestiones comprometedoras. Busco temas de interés para la gente y tratando de variar un poco pues la coyuntura política es asfixiante.
Todos nos preguntamos quién será el siguiente Emilio Palacio. Le faltó rigurosidad periodística en muchos de sus artículos y muchas de las afirmaciones que hacía eran difícil es de probar... No tengo temor de llegar a ese extremo de lo que vive Palacio. Pero sí de recibir el insulto presidencial, que en la siguiente sabatina se nos acuse de cualquier cosa, que se nos persiga a través de diferentes mecanismos. En la página web he recibido muchos insultos, amenazas...
Simón Pachano / El Universo
La polarización se siente en ‘emails’ de respuesta
Desde 1997, hace 14 años, empecé a escribir mis columnas. Siempre he tenido cuidado de no calumniar ni ofender y tener una ética permanentemente. Eso no ha cambiado por la situación que vive el país ahora.
Varios de los temas que he tocado sobre la coyuntura política han sido objeto de respuesta por parte de personas del Gobierno y de fuera, a través de cartas y correos electrónicos.
Muchas de esas personas se expresan muy duramente, no plantean un debate propiamente sino que generalmente ponen adjetivos, son agresivos y duros al apoyar y criticar lo que digo. Eso evidencia una polarización muy fuerte.
En El Universo no se ejercer ningún tipo de censura. En el país tampoco, a excepción de lo que ocurrió en diario El Telégrafo, cuando salieron los editorialistas de mayor valor.
Felipe Burbano / Diario Hoy
Otras estrategias para mantener el tono crítico
Uno se cuida más en las palabras, en el tono y en la dinámica de la crítica. ¿Autocensura? Más bien una estrategia distinta para mantener el tono crítico y polémico frente a un gobierno arbitrario e intolerante. La crítica tiene múltiples recursos para eludir las amenazas de quienes se sienten hoy poderosos, dueños de la verdad y propietarios del cambio. Para nada creo que pudiera ser el próximo Emilio Palacio. No siento ningún miedo persecutorio, a pesar de los durísimos comentarios del Presidente de la República en mi contra, en varias oportunidades.Me pregunto ¿Qué daño puede hacer una columna a la semana?
Me freno cuando no hay argumentos que puedan sostener la crítica que puedo hacer.
Cuando hay buenos argumentos, no hay límites a la crítica. Ese ha sido el criterio en 15 años de escribir mi columna en Hoy.