Tras la jornada de protestas violentas, los estudiantes suspendidos del colegio Montúfar regresarán mañana a clases. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
15 de los 22 estudiantes suspendidos del colegio Montúfar irán, este martes 8 de marzo, uniformados y con sus útiles a la institución. Ellos están suspendidos tras manifestaciones violentas registradas hace tres semanas, pero confían en que las autoridades acaten la resolución de la Junta Metropolitana de Protección de Derechos que ordena que se reintegren a sus actividades.
Los jóvenes acordaron presentarse a clases para exigir una respuesta de las autoridades sobre la resolución de la Junta Metropolitana. En el documento, fechado el 26 de febrero, se dispone a la Dirección Educativa Distrital N°6 Eloy Alfaro y a la Rectora del Colegio Nacional Montúfar que se reintegre a los estudiantes suspendidos a “las clases regulares”, de manera inmediata.
Gonzalo Realpe, abogado de dos de los suspendidos, dijo que mañana estarán uniformados en la puerta del colegio para ingresar y recibir clases. Señaló que las autoridades deben acatar lo dispuesto por la Junta Metropolitana que trata de garantizar el derecho a la educación de los muchachos cuyas edades oscilan entre los 15 y 17 años. Ellos permanecen alejados de su institución 15 días. Sus padres recogen cada semana las tareas que deben realizarlas en sus casas.
Este lunes, a las 07:00, los padres de familia los llevaron hasta la puerta del colegio, los vieron subir las gradas, hablar con sus compañeros e ir al patio. Esperaron tras las rejas “por si acaso” y al notar que todo transcurría con normalidad, se fueron.
A las 11:00 recibieron llamadas a sus celulares. Sus hijos les informaron que los inspectores y otras autoridades entraron, ese momento, a los cursos y les pidieron salir. No importó que hayan presentado el documento legal. La disposición fue que se queden fuera de las aulas, pero dentro de la institución hasta que lleguen a retirarlos sus padres. Otro grupo de estudiantes manifestó que al volver del primer recreo (09:00) ya no pudieron ingresar al aula.
Los padres de familia rechazan cualquier injerencia política en la defensa de sus hijos. Dejaron en claro que la Junta se les acercó para conocer el caso de sus hijos. Ellos están con problemas en sus trabajos por los múltiples permisos que deben pedir. También se han creado dramas familiares porque para las audiencias deben dejar de lado sus tareas en el hogar para estar junto a sus hijos.
Margarita (quien pidió la reserva de su apellido) dejó sus labores domésticas en Santa Bárbara de Chillogallo y corrió para ver a su hijo. No pudo dejar a su otro hijo en casa y lo cargó con ayuda de una sábana en su espalda. Ella no se sentó un instante desde que llegó a las afueras del plantel. Escuchaba el relato de otros padres y de los abogados. “Quiero que esta pesadilla ya termine”, dijo.
Noemí Salgado, de la Dirección Distrital de Educación, señaló que la resolución de la Junta Metropolitana será analizada por la Junta de Resolución de Conflictos. De ahí se emitirá un documento por escrito que será entregado a los estudiantes. Se espera que este trámite se cumpla hasta mañana en la tarde. Este Diario trató de hablar con la Rectora del plantel, pero no fue posible.