Después de su arribo a Quito y la participación en la ceremonia de cambio de guardia de la escolta presidencial, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, inauguró el seminario de oportunidades comerciales entre Ecuador y Colombia.
Tras un discurso de 15 minutos, Santos retornó al Palacio de Carondelet donde mantiene una reunión con su homólogo Rafael Correa. La cita es a puerta cerrada entre los dos mandatarios y sus cancilleres.
Luego de ello mantendrán una reunión con el gabinete ministerial, para tratar temas de cooperación bilateral y desarrollo de la frontera norte.
Santos llegó acompañado de algunos de sus ministros y de un grupo de funcionarios del gobierno. “Le damos la mayor importancia a esta visita, estábamos en mora de venir, no quería que terminara el año sin aceptar la invitación al presiente Rafael Correa”, dijo Santos.
“Venimos a hablar de todos los temas de nuestra agenda bilateral, una agenda que se enriquece cada vez más y, en este mundo tan convulsionado e incierto por todo lo que esta sucediendo, en la medida que podamos fortalecer nuestra integración con nuestros vecinos, y sobretodo con Ecuador, todos vamos a salir mejor librados, agregó.
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El mandatario colombiano también agradeció la ayuda que Ecuador envió recientemente para la asistencia de los damnificados del inverno.
“Este es un nuevo avance, importante en nuestras relaciones para el bien del pueblo colombiano y ecuatoriano”, concluyó Santos.
Santos, quien se convirtió en el primer mandatario colombiano en visitar la capital después de ese hecho que provocó la ruptura de las relaciones diplomáticas durante 20 meses, fue recibido por el canciller Ricardo Patiño en la base de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), en el norte de la ciudad.
Ambos presidentes examinarán temas de seguridad fronteriza, tránsito libre de personas, transporte terrestre, comercio, migración, integración regional, interconexión eléctrica y cooperación energética, según informaron las cancillerías.
Correa rompió los nexos con Colombia a raíz del bombardeo contra una base clandestina de las Farc en territorio ecuatoriano del 1 de marzo de 2008, que dejó 25 muertos, entre ellos el número dos de ese grupo rebelde, ‘Raúl Reyes’.
Esa incursión fue autorizada por Santos siendo ministro de Defensa durante el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010). Los vínculos fueron restablecidos en noviembre de 2009.