Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO.
Entrevista a Luz Elena Coloma, empresaria y periodista.
¿Qué significado tiene que Quito cumpla 484 años en la actual coyuntura política y administrativa?
Es crucial porque no solamente se trata de una ciudad centenaria sino, por supuesto, con ancestros mucho más antiguos. Una urbe que tuvo un liderazgo regional y nacional y que en este momento está debilitado. Quito ha crecido de manera significativa en los últimos 70 años, su población se ha multiplicado y eso conlleva nuevos retos. Creo que estamos ante una oportunidad histórica de replantear el modelo de ciudad.
¿Qué clase de liderazgo se necesita para lograr ese nuevo modelo?
No es fácil liderar esta ciudad en las actuales circunstancias, pero creo que pasa por tener una idea y un modelo claro que convoque a la ciudadanía a una gran minga quiteña que apunte hacia el futuro. La crisis es una oportunidad. Recuerdo que Rodrigo Paz planificó la ciudad a futuro y estableció un derrotero (dotación de agua con el proyecto Papallacta). La siguiente administración (Mahuad) le apostó a la movilidad y construyó el trolebús; Roque Sevilla amplió el sistema Ecovía y Paco Moncayo tuvo la visión de reorganizar el comercio minorista en el Centro Histórico y construir el nuevo aeropuerto. Los quiteños extrañan esos grandes proyectos.
¿Cómo pensar esa ciudad moderna?
Siendo una urbe compleja, es necesario no solo proponer una solución a problemas obvios como la recolección de basura, la reorganización de la movilidad, la inseguridad, sino cómo proyectarnos de aquí a 20 años, cómo vamos a usar la tecnología para gestionar la ciudad de manera más inteligente o cómo vamos a mejorar esa tramitología espesa que hay en el Municipio. Creo que nos falta ese nuevo paradigma de ciudad y cuando digo nuevo liderazgo no me refiero solamente al Alcalde, sino al Concejo Metropolitano.
¿Son espacios de poder que no permiten avanzar?
El problema administrativo e institucional se extiende hacia una crisis de carácter político, es decir la relación Concejo-Alcalde no es de cooperación, de una mirada común hacia el futuro de la ciudad. Ha sido una relación oscura y penosa de espacios de poder que es exactamente contrario a lo que necesita la ciudad.
Pero también es un problema de burocracia.
Se conoce que en los últimos cuatro años han ingresado alrededor de 3 000 personas. Es un Municipio enorme con más de 50 instituciones que tienen autonomía administrativa con más de 20 000 servidores y con casi 300 trámites que tienen que pasar por ventanilla. El Cabildo es un territorio que no ha encontrado un modelo moderno de gestión.
¿Qué hacer para solucionar esa dificultad que se arrastra desde el 2010 y que duplica el trabajo de dependencias, empresas, secretarías?
Hay que darle una mirada seria al modelo institucional del Municipio, sobre todo en aquellos ámbitos en donde se superponen gestiones o acciones o en las que no son eficientes. El Cabildo no puede seguir funcionando como ese archipiélago desconectado, donde cada isla tiene su propia mirada de ciudad. Muchas funciones están superpuestas, hay instituciones que lejos de colaborar entorpecen. Debe haber una modalidad de gestión más liviana, menos burocrática y sobre todo que utilice la tecnología como un aliado del ciudadano.
El Metro es una obra importante para resolver la movilidad, pero absorbe mucho presupuesto.
El Metro es una obra que se tiene que concluir, pero más que eso tiene que ser el gran motor para repensar no solo el tema de la movilidad. No podemos seguir secuestrados por determinados intereses sino que el Metro nos debe llevar a reorganizar rutas y frecuencias, a mejorar integralmente el transporte, a concretar la famosa caja común de la que se ha discutido hace 15 años. También es cierto que el 55% del presupuesto municipal se destina a la obra del Metro, el 26% a gasto corriente y queda poco para la inversión en la ciudad.
En el plan Visión de Quito al 2040 el Municipio señala cinco desafíos para lograr ese nuevo modelo de ciudad: que sea más compacta, ambientalmente amigable, inclusiva, competitiva y que valore su historia. ¿Es posible cumplir esa hoja de ruta?
Creo que es mandatorio cumplir esa hoja de ruta. Es un proyecto valioso y académicamente válido, pero es una guía importante que no ha sido institucionalizada políticamente por el propio Alcalde. Es decir, lo que ha faltado es cumplir exactamente estos grandes desafíos.
Según su visión, ¿cuál es el futuro de la capital?
Me apena que sigamos pensando cómo resolvemos los problemas de la basura, la movilidad y la inseguridad cuando deberíamos pensar en el futuro, en la generación de fuentes de empleo, en cómo nos convertimos en una ciudad interesante para la inversión, cómo atraer empresas de alta tecnología para que elaboren propuestas para los países desde la Mitad del Mundo.
Cómo hacer para que estas 440 000 hectáreas de Distrito Metropolitano, con una gran mayoría de territorio rural, se vuelva un territorio productivo que cultive, que exporte, que tenga una agricultura de vanguardia. En el tema del turismo Quito tiene un enorme potencial para convertirse en un referente económico de la región y posicionar la gastronomía y sus productos.
Hoja de vida
Es licenciada en Sociología y Ciencias Políticas por la PUCE. Es socia fundadora de Link Experiences, empresa de turismo receptivo. Hasta el 30 de noviembre se desempeñó como Directora de la Corporación Líderes para Gobernar. Fue concejala de Quito durante dos períodos.
Otros cargos
En noviembre de 2010 asumió la Gerencia de la empresa municipal Quito Turismo hasta enero de 2016. Fue directora de Relaciones Corporativas de Metropolitan Touring.