Desde lo alto, la provincia de Orellana parece una alfombra verde. El avión del Ejército se aproxima al Coca, emitiendo un sonido parecido al de una ambulancia.
Al bajar a la pista, se siente un fogonazo. Por la humedad, el pantalón se pega a la piel; y el sol arde en los hombros. Pero los soldados que aguardan en el aeropuerto ya están aclimatados.
Con sus gruesas chaquetas verde aceituna y botas negras se sienten orgullosos de representar al Ejército en la zona próxima al Yasuní. Son los soldados de la Brigada de Selva nro. 19 (Napo).
Lideran una embarcación militar que recorre las aguas del río del mismo nombre. “Está bajo el caudal porque no ha llovido, hay que ir lento porque podemos quedar sobre montículos de tierra o palos y es peligroso”, explica el sargento segundo Wilmer Ramos, quien trabaja en la zona unos 15 años. Está concentrado en conducir la embarcación.
Durante dos horas el paisaje no varía mucho: río, palos, y vegetación selvática virgen. El Napo se ve ancho. Este es el entorno que escogió el vicepresidente Lenin Moreno para realizar su enlace sabatino 185. El Segundo Mandatario contempló el paisaje desde un helicóptero cuando llegó al Coca, vía aérea. No salió de allí en todo el día. Hoy se dirigirá a la Estación Científica de la Universidad Católica de esa zona, donde se realizará el enlace sabatino.
El camino por tierra es más complejo. El desembarque fluvial se hace en un puerto improvisado en la zona denominada Pompeya Sur. Allí se registra al visitante, como en un aeropuerto; hasta con detector de metales.
Aún queda una hora y media más de viaje por tierra. El camino es parte del Parque Nacional Yasuní de 982 000 hectáreas.
La camioneta está preparada para esos recovecos, cuenta David Lasso, biólogo de la Estación. Está familiarizado con la zona ya que permanece adentro por períodos seguidos de 18 días.
Las normas son claras en la carretera. No puede rebasar los 45 kilómetros por hora, por lo que un tramo de esta distancia toma casi 90 minutos en recorrerlo.
A esa velocidad el paisaje es más cercano. Los árboles, las construcciones nativas, la tierra, los puentes, los ríos, riachuelos.
Desde el puerto hasta la Estación se recorren 12 afluentes: Indullama, Palometa, Shipati, Andayacu, Pamayacu… El más ancho es el Tiputini, frontera de los territorios Quichua y Huaorani.
Esta zona no es un sitio turístico, es, más bien, de investigación. Lasso cuenta que al año, en promedio, reciben la visita de 200 científicos de Europa y Estados Unidos, sobre todo. Llegan a hacer investigaciones de la reserva, una de las zonas más megadiversas del planeta, que está dentro del bloque petrolero 16,cubierto por esta vasta alfombra verde…