Cedatos hizo sus encuestas en la Loma Grande, el viernes 22 de febrero del 2019. Foto: Daniel Romero / EL COMERCIO
Puerta a puerta, Freddy Chusín busca a personas en sus hogares para realizar uno de los seis sondeos de opinión que debe realizar para un estudio, en 15 provincias, que realiza la encuestadora en la que trabaja.
Es viernes 22 de febrero del 2019. El calor por la fuerte radiación solar acompaña la jornada de los dos encuestadores y un supervisor de la empresa de investigación Cedatos que visitan el barrio Loma Grande, en el Centro Histórico.
Llegan a las 08:30 a ese sector y solo una hora y media después de haber iniciado la jornada, Chusín logra obtener las primeras respuestas. Seis encuestas parecerían no ser muchas, pero cada una toma cerca de 45 minutos y, conseguirlas, según Fernando Lindao, supervisor de la empresa, puede tomar el día entero.
La credibilidad, según Jorge Acosta, expresidente del Tribunal Supremo Electoral, es lo más importante en una encuesta. Considera que es lo que el Consejo Nacional Electoral (CNE) debería exigir como requisito. A su juicio, hay encuestadoras que se vuelven herramientas de campaña para los intereses de diferentes candidatos en las elecciones.
Acosta sugiere que para registrar a las empresas, el CNE debe solicitar su historial, los métodos que siguen para levantar los datos, los universos de quienes van a ser entrevistados, entre otros aspectos.
El analista político Daniel Crespo cree que las encuestas pueden tener un uso político para marcar una posición de un candidato frente a la opinión pública.
Por una parte, el que lidera la intención de voto puede mostrarlas para ratificarse como tal, mientras que los que van atrás pueden decir que suben. En este juego, los candidatos pueden usar las encuestas hasta el próximo 13 de marzo, es decir, tienen aún 17 días para utilizarlas.
Sin embargo, en el caso de una encuestadora es difícil dilucidar si su trabajo está direccionado, señala Crespo, y agrega que el cuestionamiento puede ser en qué momento se hizo la encuesta o si la muestra es o no correcta. Recuerda que hubo encuestadoras que fueron abiertamente afines al anterior Gobierno, pero eso es algo muy difícil de probar.
Una encuesta por muestreo, según Polibio Córdova, presidente de Cedatos, es un método científico que usa principios matemáticos y estadísticos para investigar varios campos de la actividad humana. Ese método permite proyectar un posible escenario, por ejemplo, para las elecciones seccionales del 24 de marzo.
¿Qué importancia tiene una encuesta? Francis Romero, de la encuestadora Click, señala que los datos que arrojan este tipo de estudios permiten a los candidatos tomar decisiones sobre su campaña o sus acciones, para mejorar.
La eficacia del sondeo, dice Córdova, está en realizar un cálculo correcto para definir la muestra, es decir, qué cantidad de entrevistas hacer.
Cada empresa tiene una metodología diferente, en la que incide tanto su método para encontrar el universo para obtener la muestra, como su posicionamiento en el mercado por su eficacia en los resultados a lo largo de los años.
El reporte mensual de Click, en el que se incluyen temas como el conocimiento sobre los candidatos, la intención de voto y la percepción sobre la situación del país, cuesta entre USD 3 500 y 4 000. Cedatos, por el contrario, fija el costo del estudio con base en el número de encuestas aceptadas y procesadas. Dependiendo del número de preguntas, cada una puede costar entre USD 8 y USD 20.
Para casos como el de Quito, con un estudio que busca el 95% de confianza con el 3% de margen de error, son necesarias, al menos, 400 encuestas.
A un mes de las elecciones, dice Córdova, es necesario marcar una tendencia del comportamiento en la decisión de los electores. Para esto se requieren encuestas semanales. Sin embargo, a estas se deben sumar otras de seguimiento denominadas ‘tracking poll’. Esa información es la que le permite al candidato evaluar cómo va su campaña.
Pasos del proceso
El universo. Empieza por la distribución geográfica en regiones, provincias, áreas urbana y rural y circunscripciones.
Población objetivo. En el caso de encuestas de intención de voto se toma en cuenta al 100% de los electores registrados.
El muestreo. Se establecen las unidades de muestreo que van desde la provincia, cantón, sectores y manzanas hasta llegar a las viviendas y finalmente los hogares.
Entrevistas. Se hacen solo en los hogares, cara a cara. Un software procesa los datos.