Ala directiva de la Junta de Beneficencia de Guayaquil no le interesa dialogar con los asambleístas del Guayas. El daño para la entidad ya está hecho, por no advertir a tiempo las consecuencias de la aprobación del art. 172 del Código Orgánico de Ordenamiento Territorial.
Este atenta contra la exclusividad de la venta de lotería, porque permite que gobiernos seccionales generen recursos con rifas, loterías y sorteos propios, según Werner Moeller, director de la Junta. “Solo nos interesa la opinión del presidente Correa; confiamos en que vetará el artículo 172 por el bien del país”, agregó.
El pronunciamiento lo hizo a través de una cadena radial emitida desde las 10:00, en la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión del Ecuador (AER), del Guayas. Ni la sorpresiva presencia del asambleísta Andrés Roche (Madera de Guerrero), casi al final de la cadena, cerca de las 11:00, hizo cambiar de opinión a Moeller.
Roche dijo que él sí había advertido de dicho riesgo y lanzó responsabilidades al movimiento oficialista Alianza País. No recibió comentarios al respecto.
La directiva de AER abanderó la consigna de pedir el veto presidencial, en respaldo a la gestión social de la Junta, que brinda asistencia médica en sus hospitales.
Las cámaras de la Producción de Guayaquil, la Asociación del Voluntariado Hospitalario (Asvolh) y el Colegio de Médicos del Guayas se unieron al pedido.
“La Junta, a través de la Lotería Nacional, ha formado un círculo virtuoso de servicios públicos, brindando una labor subsidiaria al Estado que atiende a ecuatorianos pobres”, dijo el presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Eduardo Peña. Estuvo acompañado de los titulares de las cámaras de Acuacultura, de Industrias y de la Construcción.
Los representantes gremiales coincidieron en que están obligados a defender a la Junta. No solo porque sea guayaquileña, sino porque sus servicios llegan a más de un millón de ecuatorianos cada año. Más del 50% de ellos no vive en Guayaquil.
El presupuesto anual de la institución benéfica llega a unos USD 120 millones y el 40% proviene de la venta de lotería. El temor de perder dicha exclusividad se basa en que otras loterías sean más baratas, debido a que no estarán destinadas a la costosa inversión íntegra de servicios de salud.
Sin el veto, se afectaría más del 70% de las necesidades de la atención en salud cubiertas por los hospitales regentados por la Junta, dijo Armando Salcedo, del Colegio de Médicos del Guayas.
Este agitado escenario hizo que Correa, quien estuvo en Guayaquil, se refiera al tema como un problema complejo. Dijo que se reunirá con la Junta, los gobiernos seccionales y la comisión de la Asamblea, para decidir.
“Quiero ser muy claro. En lo conceptual, creo que es insostenible un monopolio (…) pero tenemos que ver también la parte práctica”, manifestó ayer.
El Mandatario advirtió que si acepta la exclusividad de la venta de lotería a la Junta, hay el riesgo de que otros sectores, a cambio de su gestión altruista, pidan el monopolio de otra actividad comercial. “En caso de que no se vete ese artículo tendremos que ver cómo en el Presupuesto del Estado apoya a la Junta”, indicó.
Correa reconoció que la Junta hace un extraordinario trabajo, es el 30 % de la atención hospitalaria en Guayaquil. “Jamás dejaremos sola a la Junta de Beneficencia de Guayaquil”, añadió.