El Consejo Nacional Electoral (CNE) delegó la responsabilidad de la revisión integral de las firmas de las organizaciones políticas, a una empresa privada. Así lo ratificó el Pleno del CNE, ayer por la noche. De esa empresa dependerá el sistema informático que se utilizará para la revisión de las cinco millones de rúbricas, así como el depuramiento de las bases de datos.
Pero esta decisión es criticada por los ex vocales electorales Marcia Caicedo y Medardo Oleas, para quienes se refleja dos falencias del organismo: uno que el CNE no estuvo en la capacidad de asumir una responsabilidad histórica. Dos, que la inexperiencia de los cinco vocales electorales les hace cometer otra ilegalidad.
“No se puede tercerizar un proceso tan sensible”, dice Caicedo, quien cuestiona que de empresa privada dependa el futuro democrático y de sistema de partidos del país.
Oleas en cambio recuerda que el Consejo no tiene ninguna base legal para el reconteo de las rúbricas y menos para delegar esta tarea a una empresa privada.
Las fuerzas políticas también miran con desconfianza este proceso. Mauricio Rodas de Suma dice que si a esta contratación se le añade las sospechas sobre la idoneidad y la autonomía del CNE se genera un escenario de incertidumbre.
La cierto es que el organismo electoral ha venido aplazando esa revisión integral. Así, dicen que el proceso comenzará este jueves y terminará el siete de septiembre. El reconteo se realizará en el Centro de Exposiciones Quito y contará con la presencia de 1500 operarios.