Hace un mes, Fidel Egas tuvo un almuerzo en Quito, al que invitó a periodistas, presentadores y ejecutivos de Teleamazonas de su confianza. “Este puede ser el último almuerzo que celebremos juntos. Estamos en pleno proceso de negociación para la venta del canal, pero hasta ahora no se ha concretado nada, aunque estamos haciendo todos los esfuerzos, sobre todo para precautelar la situación laboral de todos los empleados”.
Los días siguientes el banquero viajó a España, donde ha permanecido las últimas semanas y acaba de fundar el Banco del Pichincha, en Madrid. Su permanencia en ese país ha sido objeto de especulaciones y versiones de prensa sobre la venta del Teleamazonas, lo que, según conoció este Diario, aún no se ha consolidado.
Más allá de calmarnos, sus palabras dejaron más incertidumbre sobre nuestro futuro, dice uno de los invitados al almuerzo.
Pese a la complejidad de la venta de las acciones del canal que están en dos fideicomisos, la zozobra cunde entre el personal, especialmente de noticias. “Eso se ha ido profundizando, pese a las conversaciones informales entre la jefatura y los periodistas, que inicialmente tenían información de que había varios interesados en la compra, pero hasta hoy no hay nada, comenta un empleado de la estación, que pidió reserva.
Jorge Iván Melo, director regional de Noticias, recalca que pese a lo difícil del momento están convencidos de que las autoridades quieren vender a personas interesadas en mantener un producto con liderazgo. “Por supuesto que hay inquietud, pero la gente es muy profesional y sigue trabajando con entrega. Es como un equipo de fútbol: sabes que viene un nuevo técnico y debes mostrar que eres un buen jugador”.
Frente a la producción de noticias está el periodista Milton Pérez. Por el momento, él prefiere confiar en su trabajo y evita pensar que el 20 de octubre pudiera quedarse en el desempleo.
Ana María Roura es reportera desde hace tres años. Ella trata de desdramatizar la situación, pero reconoce que hay momentos de incertidumbre. La principal razón es que nadie en la plantilla de colaboradores conoce quién comprará el canal. Para los periodistas que mantienen espacios contratados el panorama también es complejo. Al menos, ellos esperan que se respeten los contratos firmados o se paguen sus indemnizaciones. “No se nos ha informado nada sobre los nuevos dueños ni si ya se concretó el negocio”, dice una periodista, de uno de los programas. “Nuestro mayor temor es que los nuevos dueños vengan con enlatados y llenen con eso toda la programación y se elimine la producción nacional, se acaben los programas periodísticos, no solo críticos, sino de opinión”.
Mientras, en Telerama la situación es algo diferente. Periodistas y trabajadores contactados coincidieron en señalar que no son voces autorizadas para hablar del futuro de la estación.
Uno de ellos habló bajo condición de anonimato. Contó que el jueves pasado los directivos se reunieron con sus trabajadores para aclararles que no hay motivo para preocuparse. En suma, se les dijo que el canal es de Grupo El Juri y no del Banco del Austro, que Mariuxi Hanna, es la nueva gerenta y que la estabilidad laboral está garantizada. Otro detalle es que hace días la directiva de Telerama pidió a sus empleados (40 en Quito, 60 en Guayaquil y 50 en Cuenca) que presenten cierta documentación, para cambiar sus cuentas de ahorros. Mariuxi Hanna no contestó a los requerimientos de este Diario.