Los embajadores ya tienen el beneplácito de Correa y Santos

En el Valle del Cauca. El presidente Correa entregó ayuda a los damnificados; Juan M. Santos observa.

En el Valle del Cauca. El presidente Correa entregó ayuda a los damnificados; Juan M. Santos observa.

El presidente Rafael Correa palpó ayer los estragos que causa la oleada invernal en Colombia. Y, de manera simbólica, selló con su homólogo colombiano Juan Manuel Santos la normalización plena de las relaciones diplomáticas.

Su visita al municipio de La Victoria, en el Valle del Cauca, fue un gesto solidario hacia una nación que soporta el peor invierno en cuatro décadas. El Mandatario ecuatoriano, quien vestía un chaleco anaranjado de la Secretaría Nacional de Riesgos, entregó un paquete de ayuda que incluye siete toneladas de alimentos.Después del recorrido por las áreas anegadas, en un ambiente de cordialidad y abrazos de por medio, Correa y Santos dieron otro paso en la ruta hacia el restablecimiento pleno de los nexos diplomáticos, rotos luego del ataque de Angostura, en el 2008.

Uno y otro Mandatario confirmaron que otorgarán el beneplácito de rigor a los embajadores designados, Raúl Vallejo en Bogotá y Fernando Arboleda Ripoll en Quito. “Ya se han presentado los nombres oficialmente. No vemos ningún problema, al menos del lado ecuatoriano”, expresó Correa. “Ya de ahí se normalizarían (las relaciones). Vendrían ya los embajadores y absolutamente normalizadas las relaciones”, concluyó el Gobernante. Las declaraciones en ese sentido fueron recogidas en una nota informativa que difundió la tarde de ayer la Presidencia de Colombia.

La misma nota también detalló las expresiones de Santos. Él aseguró que apenas regrese a Bogotá firmará el beneplácito para Vallejo. “Entonces, ya queda totalmente normalizado”, resumió.

En la delegación ecuatoriana, aparte del presidente Correa, cobró protagonismo el ex Ministro de Educación. También con chaleco anaranjado, participó en la entrega de aportes para los afectados colombianos por el invierno.

La designación de Vallejo, que engrosa la cuota política en el Servicio Exterior ecuatoriano, se interpreta en Colombia como la de un hombre cercano al presidente Correa. Así coinciden, por ejemplo, los analistas locales Socorro Ramírez, de la independiente Fundación Razón Pública, y Andrés López Restrepo, del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia.

En opinión de Ramírez, al igual que lo hizo Santos hace dos semanas, Correa ha preferido no un diplomático de carrera, sino “una persona de su confianza”.

López Restrepo matiza que Arboleda Ripoll ha participado en intercambios académicos con sus colegas ecuatorianos. “Es una persona que ya tiene experiencia y conocimiento de Ecuador”.

Vallejo, por su lado, en una entrevista difundida por la Cancillería de Quito y que reprodujo la agencia ANSA, reveló uno de los puntos en los cuales pondrá énfasis durante su gestión. “Existen todavía algunos puntos delicados de esa agenda que, estoy seguro, serán solucionados, pues entre los presidentes Santos y Correa hay una firme voluntad política”, resumió el flamante Embajador.

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