¿USD 25,5 millones son poco o mucho? Depende con el ojo con que se lo vea. Para la ministra coordinadora de la Política Económica, Katiuska King, y otros miembros del Gabinete como el canciller Ricardo Patiño o el vicecanciller Kintto Lucas, es solo una gota de agua en la tormenta.
Pero para los empresarios que se beneficiaban de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas (Atpdea), las consecuencias de una no renovación de la exoneración arancelaria serían negativas para unas 500 000 personas que dependen directa e indirectamente de las exportaciones.
Tras el ‘impasse’ diplomático entre Ecuador y EE.UU., que derivó con la expulsión de sus embajadores, King echó más leña al fuego a la tensa relación al minimizar el impacto de la Atpdea en los bolsillos del sector privado. Y argumentó que desde hace varios años la relación comercial con los estadounidenses se ha reducido, debido al desplazamiento de los productos hacia otros mercados.
Adicionalmente afirmó que el país debe acostumbrarse a la no existencia de la Atpdea ya que a la corta o a la larga se eliminará. Pero que a la vez no hay de qué preocuparse porque está comprobado con las estadísticas de que Estados Unidos es cada vez menos importante para el Ecuador en la inserción de sus productos.
“El Gobierno quiere cambiar la matriz productiva, para convertirnos en generadores de bioconocimiento y turismo. Es hora de ver más hacia los costados y hacia el sur. En el caso de Estados Unidos, las exportaciones no petroleras pasaron desde el 60%, en 1990, al 21% actualmente”.
Y con los estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en mano, donde se muestra la menor dependencia comercial de los países emergentes de aquellos industrializados, la Ministra defendió su postura.
Realizó una gira por los medios sosteniendo que se está magnificando el impacto por la falta de la Atpdea y atemorizando a los trabajadores de que perderán sus empleos. Además, señaló que ese impacto sería en 38 empresas que pueden subir sus precios o bajar sus utilidades.
Eso generó críticas en el interior del Gobierno, pero sobre todo en el sector empresarial, el cual presentó informes de los sectores florícola, brocolero, maderedo, atunero, etc., así como de la Cepal, que advertía sobre los impactos en el empleo del país.
King, una economista que asumió el cargo en abril del año pasado, estuvo muy apegada al argumento que, de alguna forma, el propio presidente Rafael Correa respaldó en su última cadena sabatina. “Son solo USD 25,5 millones del impacto comercial”.
Nada se especificó desde el Régimen, y específicamente por parte de la Ministra, sobre el impacto en el empleo. Apenas dijo que eso dependerá de las empresas y de cómo cada una de ellas logre diversificar sus mercados.
La ministra coordinadora de la Producción, Nathalie Cely, dejó ver el malestar de otro sector del Régimen, al aconsejar a los empresarios que escuchen más al Presidente de la República -que es una persona pragmática- y menos a ciertos ministros.
¿Quién es?
Economista de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Ex Subsecretaria de Seguimiento y Evaluación en la Secretaría Nacional de Planificación (Senplades). Ministra de la Política Económica.
¿Qué hizo?
Mantuvo una posición radical en torno a la evaluación del impacto de una no renovación de las preferencias arancelarias estadounidenses de la Atpdea. Señaló que todo es un problema arancelario.
¿Qué dijo?
Estamos sobreexagerando acerca de los efectos de una medida que aún no se sabe si se dará. Por eso, no debemos depender, sino diversificar mercados, ser más competitivos y mirar a largo plazo.