Este sábado Lenin Hurtado lideró la convención nacional de Unidad Popular. Cléver Jiménez es uno de los cinco precandidatos presidenciales de Pachakutik. Andrés Páez llegó al Legislativo con el auspicio de Creo, ahora no tiene un partido. El 19 de marzo, Unión Ecuatoriana lanzó la precandidatura de su líder Washington Pesántez. Foto: EL COMERCIO
Las encuestas no los desaniman, a pesar de que los ubican al fondo de la lista de intención de votos para ser el nuevo presidente del Ecuador.
Ahí están nombres como el de Lenin Hurtado, de la Unidad Popular; Washington Pesántez, de la Unión Ecuatoriana; Andrés Páez, asambleísta (Creo); Cléver Jimenez, de Pachakutik, entre otros.
La última encuesta de Cedatos los ubica con hasta el 1% de intención de voto. Muy por debajo de los aspirantes con mayor apoyo (ver gráfico).
Pese a ello, tienen una agenda intensa de reuniones con colectivos afines, buscan espacios en medios de comunicación y recorren el país.
El politólogo Arturo Moscoso explica que su posición no necesariamente es negativa en la lid electoral. Esto porque una precandidatura puede tener un objetivo político diferente al que oficialmente se promociona.
Puede servir, agrega, como trampolín político y para ganar más exposición. Sobre todo si son figuras que no han sido conocidas. También, les da un peso político para negociar con otros partidos espacios de poder u otras candidaturas. Por ejemplo, para la Asamblea Nacional o para las elecciones locales del 2019.
Washington Pesántez fue uno de los primeros en anunciar su precandidatura presidencial. Para él, las encuestas están encaminadas a promocionar determinadas candidaturas y por eso resta credibilidad a esas mediciones. En sus recorridos por el país dice que ha recibido “un gran apoyo de la gente que no quiere regresar al pasado nefasto ni seguir con el populismo dictatorial”.
El exfiscal general está convencido de que Unión Ecuatoriana trascenderá más allá de las próximas elecciones.
Quedan 83 días para que inicie el proceso de inscripción de candidaturas, que cerrará el 18 de noviembre.
Dos de los últimos nombres en incluirse a la lista de postulantes fueron los de Cléver Jiménez, exlegislador de Pachakutik, y Andrés Páez, legislador por Creo.
Para ellos no se trata de un tema personal, sino de una propuesta que las bases del movimiento indígena y de las organizaciones sociales les hicieron. Páez explica que su nombre no ha logrado posicionarse en las encuestas porque apenas el 2 de julio comenzó a sonar como candidato.
Aunque pese al corto tiempo, agrega, hay encuestadoras que le dan un respaldo importante. CMS, por ejemplo, lo ubica con un 3% de intención de voto. Páez dice que no le preocupa y tampoco tiene otros planes en caso de no llegar a la papeleta presidencial.
Jiménez, en cambio, dice que hay que esperar el proceso de primarias dentro de Pachakutik.
Enfrentará al prefecto Salvador Quishpe, propuesto por Zamora el 21 de mayo; Carlos Pérez, por la Ecuarunari el 18 de junio; y la legisladora Lourdes Tibán, propuesta por Cotopaxi el 4 de mayo.
Jiménez dice que si gana las primarias continuará en la lid dentro del Acuerdo Nacional por el Cambio. Y de no ser favorecido no terciará en 2017 para otra dignidad. Seguirá en la palestra política apoyando al vencedor del frente.
Algo similar sucede con Lenin Hurtado, candidato de Unidad Popular, desde el 17 de febrero. Estará en primarias de la centro-izquierda contra el candidato de Pachakutik y, de momento, también con Enrique Ayala Mora, precandidato por un grupo de académicos y Mesías Tatamuez, propuesto por los sindicalistas.
Hurtado sostiene que su candidatura es para que el pueblo sepa que hay propuestas, y que de no salir favorecido en las primarias del Acuerdo, se analizará la posibilidad de que lidere una lista de asambleístas, ya sea nacional o provincial.
Gabriel Hidalgo, politólogo, señala que las unidades no siempre unen, suman, ni ganan. Si los frentes de izquierda no presentan un solo candidato en las próximas semanas, convertirán a Guillermo Lasso en el candidato único por la oposición, con o sin primarias. “Las unidades tienen mesas, diálogos y reuniones que con el tiempo se vuelven inútiles”.