El paso de Freddy Ehlers por la Secretaría General de la Comunidad Andina (CAN) deja varios puntos inconclusos. Entre ellos, el retorno de Venezuela al organismo, las negociaciones con la Unión Europea y el deterioro de las relaciones políticas entre los países miembros de la Comunidad.
Ehlers fue elegido secretario general en enero del 2007 y debía permanecer en el cargo por cinco años. Es decir, hasta el 2012. No obstante, la semana pasada renunció para unirse al Gabinete del presidente Rafael Correa, como Ministro de Turismo.Su salida resultó sorpresiva, pues Ehlers vio a la CAN como su principal prioridad. De hecho, en octubre del 2008, Ehlers descartó su participación como candidato para Alcalde de Quito. Dijo que solo dejaría la CAN para volver “a su pasión el periodismo”.
Para los países miembros de la CAN, el regreso de Venezuela al organismo regional resultaba vital, para consolidar los temas comerciales. Cuando Ehlers asumió su cargo aseguró que trabajará para que esta nación “regrese pronto y sea un soporte fundamental del bloque”. Sin embargo, sus aspiraciones no se llegaron a materializar.
Otro de los temas fue la firma del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación con la Unión Europea. En principio, este convenio establecía que la negociación debía realizarse de bloque a bloque. Sin embargo, Perú y Colombia pronto descartaron este escenario y pidieron directamente a la UE que los acuerdos adquieran un carácter bilateral. Esto se debió a que Bolivia y Ecuador, en menor medida, cuestionaron la relevancia del pilar comercial del acuerdo, insistiendo en que la CAN no podía negociar un TLC.
Ehlers cedió ante las presiones de Bogotá y Lima, por lo que cada uno de los andinos ya podía negociar diferentes temas a diferentes velocidades. La posición de Ehlers molestó a Bolivia, tras acusarlo de intentar dividir a la CAN.
En mayo del 2009, el Gobierno de La Paz, a través del canciller David Choquehuanca, declaró a Ehlers “persona no grata” y le pidió la renuncia a su cargo.
El parlamentario andino Fausto Lupera cree que una de las principales falencias de Elhers fue no fortalecer la unificación regional ni entender las diferencias que muestra cada país.
Roberto Aspiazu, presidente del Comité Empresarial de Ecuador y uno de los negociadores con la UE, lamenta que las distintas visiones de los andinos hayan impedido, que, por ejemplo, se mantengan las negociaciones en bloque con EE.UU. y la UE para llegar a acuerdos comerciales. “La CAN debe seguir adelante. Yo creo que no va a pasar nada positivo o negativo con su salida (de Ehlers). Más se dedicó a los temas ambientales y de tipo social”.
Otro empresario es Xavier Durán, presidente de la Cámara de Industriales del Guayas. A su juicio, Ehlers “podrá hacer más por el país como ministro de Turismo, por su larga trayectoria. Cualquier Secretario que llegue a la CAN no tendrá éxito. En 40 años no se ha podido llegar a acuerdos. Ha faltado decisión política de los gobiernos, que han hecho primar su ideología sobre la CAN”.
Bajo esa perspectiva, la gestión de Ehlers ha caminado sobre un permanente enfrentamiento entre los miembros de la CAN.
La ruptura entre Ecuador y Colombia demostró la poca iniciativa del grupo andino para superar las divergencias. El Grupo de Río, el Centro Carter, la OEA… sí tuvieron un papel de mayor protagonismo que la CAN a la hora de buscar soluciones a la crisis de Angostura.
Por el contrario, en julio del 2009, Ecuador amenazó que podría dejar la CAN, a raíz de las divergencias comerciales con Colombia. Correa pedía a la Secretaría del organismo que no elimine las salvaguardias cambiarias impuestas por el Gobierno de Quito para proteger su economía.
En esta polémica, Ehlers falló a favor de Ecuador, para evitar que dejara el organismo regional.