Eduardo Paredes es un peso pesado en Alianza País por su cercanía a Ricardo Patiño. En realidad, su amistad con los hermanos Patiño data de varios años atrás. Fue asesor de Raúl, cuando este lideraba el Ministerio de Bienestar Social en la época de Gustavo Noboa. Paredes también ha estado cerca de Ricardo en su periplo por los ministerios de la Política y de Relaciones Exteriores. Esta cercanía le ha dado un papel importante en Alianza País. En los cuatro últimos años, Paredes ha sido un todoterreno dentro de esa agrupación política. Fue el representante legal del movimiento ante el Consejo Nacional Electoral. Además, es parte del buró nacional, de la comisión política -que coordina Ricardo Patiño-, de la dirección colectiva de Pichincha (ver recuadro) y últimamente ha ejercido como asambleísta alterno. Su intervención en la aprobación en la Ley de Educación Superior causó polémica y camina una denuncia penal en su contra. Jorge Escala, del MPD, presentó la querella por supuesta arrogación de funciones tras reemplazar al legislador por Europa, Asia y Oceanía, Washington Cruz, durante la votación de ese proyecto. Ese trámite en la Fiscalía no ha despegado. Paredes sostiene que el proceso no le preocupa, porque su intervención se apegó a la Ley. Este legislador de último momento fue clave para que el oficialismo consiguiera la aprobación de la propuesta. Fue parte de los 63 votos, los justos que el Pleno necesitaba para que esa ley fuera enviada a la Presidencia. Ingresó a la política en la década de los setenta. Formó el Movimiento Revolucionario de los Trabajadores (MRT), que desencadenó en el ahora alicaído Frente Unitario de Trabajadores (FUT). Luego pasó al Partido Socialista, donde fue parte de su Directorio nacional y su delegado ante el Tribunal Electoral de Pichincha. En 1996 se separó de esa tienda y empezó su carrera en el Congreso como asesor de los vicepresidentes Enrique Ayala y Fernando Guerrero: los años en que la ‘partidocracia’ controlaba el poder. Muchos suponían que la entrada de Paredes a Alianza País vino de la mano del ex ministro Gustavo Larrea, pero él lo niega. “(Paredes) Fue parte del equipo de Ricardo Patiño y como un gesto para consolidar el movimiento lo acepté como mi subsecretario”. Ese fue su primer cargo en el Régimen. En esa dependencia sufrió su primer traspié. Paredes fue acusado de supuesto acoso sexual a la ex coordinadora de Alianza País en el cantón Espejo, María del Carmen Delgado. Tras salir absuelto de esa denuncia, advierte que en ese caso “jugaron un papel importante algunos medios de comunicación; difundieron la calumnia intensamente y callaron sobre el dictamen absolutorio, donde se demostraba que la acusación era totalmente falsa”. “Esto me recuerda la práctica de desprestigio que usaba el conjunto de la partidocracia, que unido a otros factores, terminó liquidándola”.A partir de ese escándalo, Paredes buscó un perfil bajo. Pero Patiño nunca lo alejó del poder y lo llevó con él al Ministerio de la Política, luego de dejar el Ministerio del Litoral, en diciembre del 2007. En abril del 2009, participó como candidato a asambleísta nacional. Ocupó el séptimo lugar en la lista, pero en la votación personal obtuvo menos adhesiones que Irina Cabezas, la octava candidata, que sí entró al Legislativo y ahora es Primera Vicepresidenta. Pese a ello, el respaldo personal que alcanzó Paredes (152 377 votos) le ha permitido reemplazar a los legisladores por los emigrantes. Según Alianza País, la Ley de Elecciones autoriza a que el asambleísta principal más votado que no accedió a su curul haga estos reemplazos. Esto, a pesar de que se desempeña como asesor de Patiño en la Cancillería. Paredes no solo reemplazó a Cruz, también reemplazó a Eduardo Zambrano en la Comisión de Asuntos Internacionales y a Dora Aguirre, en la de Derechos de los Trabajadores. Pero reemplazar a Cruz es el hecho más polémico. Carlos Cedeño, rector de la Universidad de Guayaquil, anunció que impulsará otra demanda penal contra Paredes y desde la oposición legislativa, como lo anticipó Cynthia Viteri, se buscará que se declare nula la aprobación de la ley. Para Aminta Buenaño, coordinadora de A. País, esa denuncia está “fuera de foco”, ya que la actuación de Paredes es “ legal”. “Antes de conocer la posibilidad del veto presidencial, los rectores estaban contentos con los votos (…). No se podrá declarar nula la aprobación porque existe un voto en blanco y todos conocen que esos son sumados a la mayoría. Es decir, hubo 64 votos, no 63”, recalcó. Ese voto, según el registro de la Pleno, lo dio Marlene Castro, alterna de Lourdes Tibán.